Hola amigos, muy buenas.

 Seguimos por Denia, de vacaciones, sin ordenador, medio desconectados del mundanal ruido. Os cuento, rápidamente, desde el ciber, la semana -8, la pasada, digna de cualquier triatleta de los de verdad:

Cuatro sesiones de natación, tres en el mar (entre 20´y 30´) y una en piscina, 900m.

Otras cuatro de carrera a pie, entre 30´y 46´.

Dos de bicicleta, una corta, light, relajadita, de dos horas y la «larga» el sábado, 3h.15´por las carreteras del interior, ni un metro llano, venga a subir y bajar, muy bien.

Con, además, cinco sesiones de tenis, cinco, de complemento, propina, entrenamiento invisible o como le queramos llamar.

En total quince sesiones de deporte, de ellas diez «triatléticas», una gran semana.

Esta semana, la actual, la -7, no la llevo tan bien. Mucha vida social, unos amigos en casa, invitados, cuatro días, en fin, más complicadilla. Así y todo la completaré mañana con algo de natación y un trotecillo para, en un total semanal de 2xnatación (1.300m. en piscina ayer, de ellos 900m. seguidos), 2xbici, una corta de 2h. y la «larga» hoy, 2h30´ nada más,muy cansado tras la barbacoa de anoche y haber dormido solo cuatro horitas muy muy perjudicado y 3xcarrera a pie, entre 30´y 45´. Más dos sesiones de tenis y dos inmersiones de buceo el jueves, por la mañana el bautismo de mi hijo Pepe, al que acompañé, ¡qué bonito!, y por la noche una preciosa en Javea, San Martín. Menos da una piedra.

¿Garitos reseñables? a) Uno al que vamos mucho cuando estamos por aquí, Restaurante Ca Nano, el antiguo Pub Freskito de toda la vida reconvertido en restaurante, muy agradable, cocina autóctona, buenas tapas, pulpo seco para flipar, muy bien. Y nada caro, que en tiempos de crisis se agradece. Dos visitas lleva esta semana. b) Un descubrimiento, un sitio con mucha personalidad, en mitad del campo, de hecho comes bajo una parra. Arroces, brasas, gambas para soñar sólo si llamas el día antes para encargarlas o -como fue nuestro caso- vas con un cliente muy habitual y se las levantas a algún madrileño veraneante que haya llamado. El dueño te atiende con un pañuelo de labrador en la cabeza, el producto es antológico, un sitio de los que ya no se montan, Restaurante Armell, entre La Xara y Pedreguer. Para no perdérselo.

El peso mal, gracias.

Ilusionados saludos.

 P.S., por si acaso, permitidme que pegue también aquí la respuesta a un comentario de Hoffman en la entrada anterior: 206 saludos igual son pocos. Tú mismo.  El tri-plato tengo entendido que es de muy muy globero, aunque ya sabes que yo en esas cosas no creo mucho, si te apetece, no te cortes. En Zurich, desde luego, falta no te hará ninguna. Yo llevo dos, 39 y 53, creo. Detrás diez piñones variaditos, el más grande me parece que de 25. La bici de triatlón, sin duda. ¿Jugarías a futbol con zapatillas de tenis o con botas de futbol? Pues eso. En cuanto a lo del seminario gastronómico-triatlético, te sugiero: El Racó de Can Fabes el 05.10, tras el Ironman de Calella. Te escapas por Bna. el fin de semana, ves el ambientazo, me animas (también a Xelvatico y Javi Zorol, viejos camaradas) y el lunes te invito -con mucho gusto- en el mejor *** de la zona. Un abrazo