«Despacito» es el nombre de la Joven Peña Gastronómica a la que debo algunos buenos ratos pasados en relajadas sobremesas con los amigos.

Despacito es como me gusta el toreo caro, como me gusta la cocina casera, como me gusta disfrutar de un buen habano. Despacito es, en definitiva, una cierta filosofía de vida.

 Despacito, pero sin pausa, espero, es como he vuelto a los entrenamientos, tras unos meses de despendolada golfería post-Marathon des Sables.

La semana pasada la terminamos con dos días de carrera a pie, en plan debutante total, de esos de media hora alternando correr tres minutos y andar dos. Más dos días de gimnasio variadito (10x estiramiento+abdominales+pesas, sin especial criterio, un poco a mi aire) . Otros dos de piscina, a razón de 400m. cada uno de ellos y un garbeo de 15km. con la bici de paseo completan la primera semana tranquila, sí, pero ya con las neuronas medio en su sitio.

Esta semana sigo en la misma linea. Lo único que he hecho es simplemente subir mínimamente las dosis. Así, el lunes y hoy, los dos días que, por ahora, he salido a correr he seguido con la media horita, pero ahora los ratitos corriendo son de 3,5´y los de andar de «solo» un minuto y medio. El lunes hice, además, la sesioncilla de gimnasio a mi bola y hoy antes de correr he nadado un poco, aumentando los 400m. de la semana pasada a 5×100, o sea, quinientos ya. De los que 300 han sido crol con aletas y los otros 200 variaditos. Como al despacho y a la piscina he ido en bici podría apuntar, ya puestos, unos diez kilometros de urban-bike.

Mañana veremos si puedo hacer algo, estará complicado, viernes, sábado y domingo sí, seguro. El viernes espero correr la media horita por la mañana muy temprano y nadar los 500m. por la tarde; el sábado tengo prevista la salida «larga» de bici, Valencia-Alzira, unos 40km., solo ida, para una vez allí ver a Pepe competir en judo y volvernos todos en el coche. El domingo ya veremos, lo que me apetezca, quizá otros 40 de bici y un trotecillo al terminar, diez o quince minutillos de transición. ¿Disfrazado de triatleta, incluso? Uyyyy, que me pierdo…..

Al jefe Pablo y a la amiga Vanessa todavía no les voy a empezar a incordiar, antes quiero estar una par de semanas más, quizá tres o cuatro, a mi aire, sin planes, simplemente consolidando la voluntad, las ganas, la motivación. Despacito, ya digo. Tiempo habrá, si Dios quiere, de complicarnos la vida un poco más adelante.

El peso lo llevaba cojonudo la semana pasada, de lunes a jueves me porté como un campeón. Pero viernes, sábado y domingo, entre el teatro (éxito clamoroso, por cierto con posterior celebración a tutti plen, acabando vestidos en la piscina de La Hípica) y los festejos varios de San Juan con la Falla la cosa se complicó bastante. Mañana me pesaré y haré una valoración, pero vaya, no espereis milagros. Esto no es Lourdes ni yo San José.

Por cierto, ahora que escribo lo del milagro me acuerdo, según tecleo, de una foto chula que evidencia cómo se puede hacer un Ironman sin saber nadar, sólo andando. A ver si la encuentro, que a más de uno le puede traer, incluso, buenos recuerdos de pretéritas «Pujadas al Castell de Denia».

Voila, aquí la teneis. La fotógrafa, sin fotoshop ni gaitas, mi niña Macarena. La caminante sobre las aguas Isabel, «Hita», amiga, corredora, excelente persona.

¡Qué recuerdos! 

Nostálgicos e ilusionados saludos.