Hola amigos, muy buenas.
Viernes, medio día: Restaurante Lupe, en Les Cases de Alcanar. No pensaba dedicarle ni una linea, ni media palabra, pero creo que no está mal que unos a otros nos avisemos de según qué peligros. Es, con diferencia, el peor sitio donde he comido en tiempo. No os creais el tópico ese de que en Les Cases de Alcanar en cualquier sitio se come bien, desde luego que en éste no. La comida excesiva, vulgar, cutre. El servicio a cargo de la tal Lupe, supongo que sería ella, lo más parecido que he conocido en mi vida al taxista aquel de «Mujeres al borde…» de P. Almodovar, pero en versión jefa de sala de restaurante. De verdad, nunca más.
Viernes, noche: Ca L´Isidre, en Barcelona. Chapeau. Uno de los sitios que me gustan de verdad. Era la quinta o sexta vez que voy y cada vez me gusta más. Local muy acogedor, servicio clásico, de toda la vida, con sus chaquetas blancas estilo Montecarlo, con clase. Profesionales de los que ya no quedan. Al frente, dirigiendo el servicio en sala, como velas van todos, una chica muy joven, majísima, supongo que la hija de Isidre (desde luego, si no lo era, lo parecía). Amable, aconsejando con honestidad, sabiendo de lo que hablaba, che, como si lo hubiese mamado desde niña (que ya digo que es lo más probable, si no es así, desde luego lo transmite). Nos recomendó unas colmenillas de temporada con una crema de foie para volverse loco. Y una sencilla ensalada de tomate de verdad con alcaparras de las buenas y cebollita picada, con un aceite de Tarragona, ay, ay, qué recuerdos…. Y un steak tartare al whisky que lleva en la carta desde que abrieron, muy original, con un curioso toque de tomate natural, postre de naranja confitada, naranja natural y espuma de naranja, irlandés perfecto, un lujo de cena. Con un Priorato que no conocía, «Herencia del Padrí» 2004, excelente.
Sábado: el escándalo. Entramos los primeros y salimos los últimos del Racó de Can Fabes, santuario de Santi Santamaría, en Sant Celoni. A hombros. Dos orejas y rabo. Dos horas llevábamos ya en el garito y todavía no habíamos empezado con los platos que habíamos pedido (ravioli de gambas, donde la gamba no va dentro, sino fuera, haciendo la función que normalmente se esperaría de la pasta, el relleno de setas + trufa sorpresa, o sea, una bola de foie recubierta de un dedo de trufa negra + pichón sangrante con costra de pimienta de no sé dónde + chuletón Rossini). Ya digo, entre aperitivos, entrantes invitación de la casa (consomé de pato + crema de erizo de mar, entre otros muchos que no recuerdo), pruebe Ud. esto, aquello, los aceites, ocho o diez tipos de pan, todos artesanos, a cual mejor, un par de horas de tanteo. Luego quesos (¡qué carro, señor, qué carro!!!) prepostre, postre (mascarpone, encima chocolate y encima granizado de café, sublime) post-postre, irlandeses, petit fours, más café, Delamain XO, otro, pasen los señores a la recepción, un cohiba junto a la chimenea, otro cognac, más café, en fin, salimos los últimos, como digo, pero los últimos de verdad, no menos de una hora después del anterior, felices, contentos, de noche cerrada, cuando ya habían entrado las primeras dos mesas para la cena. No es coña. Todo el festival bien regadito con cuatro copas de cava, de la Cuvee Santamaría, 100% Parellada, más una botella de Cims de Porrera clasic, una garnacha sublime, del Priorato, más unas copas sueltas del Merlot de Santamaría, un pelín astringente, lógico, la culpa es mía por pedirlo después del Cims de Porrera, por idiota, aun te pasa poco, no haber cambiado. Más algún Tokai suelto con el postre. Ya digo, inconmensurable. El rato final con el maitre, ya en la recepción, hablando de gastronomía, un lujo. Tras cinco horas con Mario, digo con Santi, sólo le conseguí encontrar un mínimo detallito mejorable, nada, poco menos que simbólico, que me agradeció mucho, en plan amiguetes, invitándonos al puro, a las últimas copas, nos regaló el último libro del jefe, che, amigos para siempre will you always be my friend.
El maratón de Barcelona, el domingo, supuesto motivo «oficial» del viaje, lógicamente, quedó reducido a un trotecillo de 12km., hasta volver a pasar por la puerta del hotel. En 1h.15´estaba ya en la ducha. Y gracias.
La semana atletico deportiva, contando lo del domingo, dos días, dos para un total de 17km.
Hoy he trotado media horita por el río. Tras haber comido en Montaña no ha dejado de tener su mérito. Cena en la falla. Esta semana ya hay cena en la falla cada noche, para preparar el concurso mundial de paellas del viernes. Yo, aparte, ando liado organizando una cata de quesos para treintaytantas personas el martes, día 10. Mañana como en Chocomeli, con clientes. Pasado con mis suegros. El jueves ceno con Xelvatico y Sra., para homenajearnos por un pequeño éxito profesional, el viernes, ya digo, las paellas. Y el sábado empiezan ya las fallas en serio, cena de bienvenida, el domingo comida del presidente, lunes campeonatos de truc, martes cata de quesos, etc.,etc., así ya hasta el día 19.
¿Sables, decís? Ganas tengo de que llegue, sí, pero para irme al desierto sin móvil, sin líos, a estar tranquilo y descansar un poco, que falta me hace. No lo digo de broma, no.
Ilusionados saludos.
Enhorabuena Pepo, cuando hay que elegir se elige y punto, sin medias tintas.
Pero que golfo estás hecho!!! Después del paseillo triunfal y de tu soberbia actuación en Valencia.
Otra vez cambian las tornas. Vas a perder 7 H. en ronda si es que no te encastañas antes en Setenil o en Arriate… Eres capaz de encontrar un restaurante de estrella michelín en el desierto. Espero que Xelvático que es una persona cabal te reconduzca por el buen camino
A ver si te animas y te vienes a Borriol este sábado. Así por lo menos en la cena de la falla podrás reponerte a gusto. Si es necesario, soy capaz de hacerla contigo para entrenarte contra mi.
Salud y Km.
pepo y el mentalismo y prediccion del domingo despues de valencia que.
bueno tambien es bueno ir de tapado saludos campeon
En fin … envidia me das. Sigue cuidándote y a Sables solo llévate antídoto contra el veneno de serpiente, porque seguro que te quieren hincar el diente
Bueno Pepo, lo que tu llamas un pequeño exito profesional, yo lo califico de un logro imposible, que sin duda hay que celebrarlo. Mago en tu profesion y mago en tu vida.
En lo relativo a restaurantes, lastima lo de las Casas de Alcanar, mira que hay mucho y bueno en poco sitio, para entrar en el menos adecuado. Incluso unos kms antes en Peñiscola , Benicarlo y Vinaroz existen verdaderos paraisos gastronomicos, que supongo conoces.
Lastima que el paseo por Barcelona fuera tan corto. Recuerda que todo es una cuestion de equilibrio, al igual que el Gin Tonic, es importante compaginar, acidos y dulces, si la ginebra es muy dulce, la tonica un poco mas acida y al reves. Siempre buscando el equilibrio. Lo mismo en la vida deportiva, si vas de cena abundante, luego la carrera corta, pero tambien de vez en cuando hay que hacer cena corta y carrera larga.
Consejo de «un profesional».