Hola, amigos, muy buenas.

Lo que no puede ser, no puede ser y, además, es imposible.

Durante doce semanas, más o menos, he hecho como que no me daba cuenta de que llegar al Elbaman, triatlón de distancia Ironman en el que estoy inscrito para este próximo domingo, era imposible de toda imposibilidad. He seguido ilusionado, nadando cuatro ratos, alguno incluso a gusto (recuerdo especialmente un llamemosle entreno en Palma y, sobre todo, el de Illetes, Formentera, veinticinco minutillos entre barcos fondeados en el paraiso). He hecho alguna salida con la bici, casi cuatro años llevaba sin tocarla, han sido dos de 20km., dos de 40km. y una de 45km. Y he trotado media horita un par de veces por semana, algunas tres. He hecho tres sesiones de yoga, qué gusto, y un par de gimnasia/P.F. en Correcaminos, con Miguel Rubio, como en los viejos tiempos. Llegando a ver el 95 en la báscula en un par de ocasiones, que no es dato para echar cohetes, pero mejor que los 102 con que volvimos de la Feria de Sevilla ya son. Las barbaridades se han contenido algo, de alguna comilona, de alguna borrachera, de algún sarao ya me he quitado, no de todos, claro, de todos no, pero sí de más de uno.

Resumiendo, que tener el reto ahí, a la vista, me ha venido bien, he recuperado algún que otro buen hábito, me he medio cuidado un poco. Pero, ni de coña ha sido suficiente. Probablemente ya lo sabía, cuando decía que sí, que sí podía, el primero que sabía que no era cierto era yo. Pero bueno, ha estado bien mantener cierta ilusioncilla. Hasta me atreví la semana pasada a embutirme un día en el neopreno y echarme al agua, ilusionado perdido hasta que de puro gordo lo reventé.

La pseudo-preparación, el paripé, si lo preferís en términos más crudos, terminó el pasado viernes dándome el capricho de atreverme con una salida en bici que añoraba de verdad. Mi clásica «Valencia-Denia», de casa a casa, de puerta a puerta, 90km. que en los viejos buenos tiempos hacía como quien se fuma un puro. Los hice, sí, pero de qué manera. Me pusieron en mi sitio sin tonterías, bien puesto. Hasta Cullera (km. 40), medio decentemente, a partir de ahí, un calvario. Antes de llegar a Gandía (km.60) ya sabía que el Elbaman, si se hace, no será este año. ¿2014? por qué no, ya veremos. En Oliva (km. 70) tuve que parar a tomarme un par de horchatas, acalambrado perdido en los cuadriceps. Los mismos calambres de Klagenfurt 2007, solo que ahora 110km. antes de meta…. Los últimos diez se me hicieron eternos, metro a metro, con una pájara de caballo, dolor de pies, che, una mierda. 4h.45´para 90km. lo dicen todo.

Presentarme en la salida en estas condiciones sería perderle el respeto completamente a la prueba, a la distancia, a su dificultad, a su leyenda, a mi mismo y a un tatoo que me hice en su día, todo orgulloso y no se merece que le ultrajen. Y sería faltar a mi palabra de 2009, cuando tras terminar el de Calella, también gordo perdido, aunque puede que ligeramente menos que ahora, también sin entrenar adecuadamente, pero sí algo más que ahora, le dije a Mar que era la última vez que hacía uno «en esas condiciones». Y punto.

A Elba vamos a ir relajados, a echar unos días a gusto, de vacaciones, en familia y a ver a los ídolos, Pedro y Ximo, ellos sí, recoger el premio a sus esfuerzos.

Me quedo con lo positivo, con los cuatro buenos ratos echados en estas últimas semanas, con el reencuentro con la natación en el mar, con la bici, con el gimnasio, con el yoga y con las ilusiones compartidas.

Y de algo servirá esa base. Dentro de ocho semanas es la maratón de Valencia. Y «Soloabogados» vuelve a patrocinar el programa de animación, que si no es así, no las hago. Si todo va bien, estos entrenos veraniegos, con más los que voy a hacer hasta entonces, espero que no caigan en saco roto.

Y, ahora, ya que estamos, hablemos un poco de vela.

Aprovecho y os cuento, en modo telegrama, cuatro cositas de vela:

1.- Algún día el «Magopepo» saldrá en una foto como esa, rodeado de clásicos Muscadets por todas partes. De momento os cuento que hicimos la regata de Oliva, Memorial Pepe Frasquet, mano a mano con Txema. Les dimos a todos diez minutos de ventaja en la salida (otro día os lo cuento). Y ni por esas quedamos últimos, ni en real, ni en compensado. Ya hay otra en mente, ahora en octubre, en Cullera.

2.- Hice, también, la Palma-Formentera el 31 de agosto, a2 con «El X», de Alejandro Pastore. Un lujo de barco, de patrón, de regata y de cuatro días por las islas.

3.- EL «ToletumII-Soloabogados» ya está en modo regata, listo para la Copa del Canal (11-12-13 de Octubre, Denia-San Antonio). El fin de semana para dejarlo a puntito de caramelo ha sido duro, duro de cojones. Mira que son golfos mis amigos, joder.

4.-  A «De Tinto y Oro», «La Cuchara Mágica», el «Drink Team», la joven «Peña Despacito» y demás pandillas varias se va a unir, en breve, el «Veles e Gents», un ilusionante proyecto cultural, gastronómico y náutico que llevo entre manos. Ya os contaré.

5.- Acaba de arrancar un proyecto a medio plazo: correr la Fastnet 2015 con un Imoca 60. O, al menos, echar una semana previa en la «Cowes Week» y luego, una vez allí, ver qué pasa.

Ilusionados saludos.