Hola, amigos, muy buenas.

No, no se me asuste nadie por el título, no va esto de religión ni milagros. ¿O quizá sí?

Ayer sábado tuve el privilegio de poder asistir, con Mar, Pepe y un compañero a la Gala Benéfica que organizaron mis amigos Jandro, Jorge Blass, Nuel Galán y Nacho Diago a través de Abracadabra a beneficio del ambicioso Proyecto Volver a Caminar, altruista e ilusionante resultado de la unión de Proyecto Lazarus y la Fundación Fenexi que tiene por objeto recaudar fondos para la investigación médica encaminada a la curación de la lesión medular completa.

Estuvieron inconmensurables los cuatro. Jandro más Jandro que nunca. Divertido, inteligente, ácido a veces, mordaz sin sobrepasar las líneas rojas, muy auténtico, tierno. En el fondo, mal que le pese, Jandro no deja de ser un romántico al que le cae la baba con su niña y que se emociona poniendo un teatro en pie para desearle a Mercedes un feliz 84º cumpleaños . Impecable, como siempre, en su papel de presentador, de conductor de la gala. Jorge Blass, clásico, elegante, técnicamente perfecto, seductor, el perfecto yerno mago. Nuel Galán, transgresor, fresco, innovador. Hay que joderse, las nuevas generaciones manipulan en manga corta -y muy bien, por cierto. Y Nacho Diago muy sentimental, nostálgico de los tiempos de la EGB, los TBOs y la nocilla, siempre la nocilla. Ya os digo, cuatro pedazos de artistas en estado de gracia que nos deleitaron en una gala variada, con ritmo, de máxima calidad.

Pero, siendo eso importante, que lo fue, anoche lo que realmente valió la pena fue ver ese Palacio de Congresos abarrotado, más de mil personas detrás de un proyecto, de un sueño, de una ilusión. Si alguna vez fui escéptico respecto de las posibilidades de curación de esas lesiones, ayer, desde luego, dejé de serlo. Juntos podemos. Se presenta un colaborador más para lo que gustéis mandar. Llevo años encabezando este blog con lo de «Dónde hay un deseo, hay un camino». Ayer supe porqué. Gracias, amigos.

Nunca seremos tan jóvenes. Hagamos lo que haya que hacer, ahora, no cuando sea el momento adecuado, no, ese momento es ahora. Ha llegado el momento de dar un paso al frente. Es como cuando estás delante de las brasas, que sabes que al otro lado está el resto de tu vida, que una vez las atravieses, serás otra persona, pero tus miedos, tus prejuicios, tu comodidad, tus neuras no te dejan dar el único paso realmente difícil, el primero. Decía al principio que esto no va de milagros, o quizá sí. Yo, desde luego, prefiero seguir creyendo en ellos. Vaya mierda de mago sería, si no creyese en la magia, en las magias. Levántate y anda. Y, si puede ser, déjame acompañarte. Será una de las cosas realmente importantes que pueda hacer en esta vida. Será un placer.

Ilusionados saludos.