Hola, amigos, muy buenas.

La foto, obviamente, es robada. Una de la puestas de sol más celebradas del mundo es la que se disfruta desde el mítico Café del Mar en San Antonio, Ibiza. Y, ¿porqué no pones una tuya, en lugar de andar robando aquí y allá? El problema viene si acabas de comer,con la sana intención de poco a poco ir yendo hacia allí, pero sin querer, sin querer, te lías a gintonics, magias y risas en Villa Mercedes y cuando quieres darte cuenta llegas a ver la puesta de sol siendo noche cerrada. Sí, amigos, el sábado no llegamos a tiempo a la puesta de sol, pero a cambio echamos un día grande, pero grande de verdad, por San Antonio.

Previamente, el viernes, habíamos participado con el «Toletum II», un First 41S5 con sus añitos, pero todavía guerrero como el que más (no en vano este año ganó la Ruta de la Sal, que no es algo que puedan decir todos) en la Copa del Canal, una regatita de altura, Denia-San Antonio, unas 56 millas. Hicimos quintos de clase, lo que, sin estar mal, no nos dejó del todo satisfechos. Salimos bien, nos atuvimos a la táctica previamente acordada entre todos, esto es, Norte, Norte, tan al Norte como fuese posible. Por momentos estuvimos muy bien situados, a barlovento de toda la flota. Todos fueron cayendo poco a poco a sotavento, metiendo asimétricos, nosotros, fieles a nuestra táctica, con un génova muy abierto, seguíamos ganando barlo, bien que a costa de verles irse poco a poco. De repente, la putada, ni táctica, ni estrategia, ni leches. Nos quedamos parados, anclados, flotando como un puto corcho, metidos en una encalmada que no se sabe de dónde ni cómo vino, pero la cuestión es que nos dejó media hora muertos. Ahí se nos fue definitivamente la flota y, con ella, cualquier opción en la regata. Y aunque luego luchamos lo indecible, remontamos barco a barco, puesto a puesto, milla a milla, grado a grado, ya no fue suficiente. Lo que sí fue, es bonito. Muy bonito. Un fantástico día, trece horas en el mar, con José Luís, el patrón, tipo sereno, tranquilo, que confía en su tripulación y comparte con ella al 100% aciertos y errores. Y sin una voz más alta que otra. Como debe ser. Y con Txema, Txemita, el segundo de a bordo. Un enamorado del mar, de los vientos, de la gente, de la vida. Fiel a su patrón, a su barco y a su tripu como pocos. Y con Jose María, en el buen sentido de la palabra serio, reflexivo, siempre pendiente del correcto trimado de velas y ambientes a bordo, servicial, amable, buena gente. Y con José Ramón, JR, espíritu Toletum en estado puro, animando, jaleando al resto, «siempre positifffo, nunca negatifffo». De verdad, quedamos quintos como pudimos haber quedado séptimos, o terceros, o yo qué sé, qué más da. Disfrutamos, ¿no?, pues ya está.

Un comentario, breve, pero que no me voy a callar, que para eso en este blog mando yo, para una menda lerenda, una bocafresca sin respeto, conocimiento, educación, sentimientos ni mesura que se permitió el lujo de decir, en público, que la remontada -que incluyó, precisamente, una preciosa pasada en la misma Bahía de San Antonio al Bavaria 46 en que iba ella- la habíamos hecho poniendo motor, o sea, con trampas. En fin….. Si no fuese porque sería darle importancia a  quien no pasa de ser eso, una pobre chica, sin más luces, ni conocimiento, ni sentido del ridículo, le iba a explicar algunas cosas. Pero bueno, no vale la pena. Eso sí, en el «Toletum», la menda lerenda, Belén No Sé Qué, como la Esteban se llama la colega, ha sido declarada persona non grata. ¡Qué menos!

Y, ya que estamos, mención especial para la navegación de regreso a la peninsula. La noche soñada. La mar como un plato, viento por la amura de babor, muy estable, entre quince y diecisiete nudos, noche estrellada, prácticamente sin luna. Horas y horas me tiré a la caña, feliz, relajado, en paz con la vida y conmigo mismo, disfrutando de momentos y sensaciones únicos, que recordaré por siempre. Mientras veía amanecer no me podía sacar de la cabeza una estrofa de Ana Belén que me encanta: «Besos, ternura, ¡que derroche de amor, cuánta locura! Que no acabe esta noche, ni esta luna de abril, para entrar en el cielo, no hace falta morir……

Una de esas noches, ¿irrepetible?, no sé, el tiempo lo dirá, pero en todo caso, mágica sí, seguro. Una noche mágica que recordaré mientras viva. Eso, exactamente eso, es lo que fue. Y, claro, para que no nos faltase de nada, fue hacerse de día y 28-30-32-33-35 nuditos, olas de dos metros, temporal en toda regla, un rizo, dos rizos, mayor arriada, sobra génova, enrrollamos parcialmente, al final con un pañuelito en la proa, el barco vuela desbocado. Se terminaron las estrellitas fugaces y los amaneceres de ensueño, es hora de adrenalina por las nubes, de tensión, de rociones, de fuerza desatada, de ……..aquilones, el estrépito y temblor de los cables sacudidos, del negro mar los bramidos y el rugir de mis cañones. Y tal y tal. Nada que no pudiese arreglar la reglamentaria paellita en tierra, en Burriana, con los compañeros de fatigas.

TOLEEEEEETUM!!!!!!!!! Nos vemos en La Ruta de la Sal, 28.03.13, si es que antes no hacemos alguna escapadita de 300 millas, o algún entrenamiento, o lo que sea. TOLEEEETUM!!!!!!!!

JUNTOS PODEMOS.

Ilusionados saludos.

P.C. Aprovecho y resumo los entrenos de la semana pasada, por si queda algún lector que vaya siguiendo la evolución de la preparación maratoniana. Tres días, tres, de correr un poco y uno de bici. C´est tout.