3 de agosto, Higueruela-Chinchilla. 27km.

 Salimos a las 6 de la mañana, llegamos a la una de la tarde, en total siete horas.

Desayunamos en el bar de la plaza de Hoya Gonzalo, con los cazadores. No pueden con los conejos, son una plaga. Llevamos dos días viendolos sin parar, por todas partes. Comentan que por cada dos que matan, ellos crían diez.

Las tres horas que quedan hasta Chinchilla se hacen pesaditas.  Los ventiladores gigantes que han instalado por todas partes sí giran, sí, pero no acaban de refrescar el ambiente. A la una, en Chinchilla, nos recoge mi amigo, el Mago Ati. Nos vamos a su casa donde pasaremos un par de noches (que, finalmente, acabaron siendo tres).

Relax, baño, siesta y nos vamos con Ati y Ade a Mahora, donde actuan esa noche. Regresamos a las tres y media de la mañana, felices, contentos. Decidimos que mañana no se Caminará, nos regalamos un día de descanso.