Hola amigos, muy buenas.
Me gusta lo del monstruo y el zarpazo, algo así debió ser lo que me hizo a mi la carrera de Ronda el domingo de madrugada, a eso de las cuatro de la mañana.
Venga, os cuento un poco, a vuelapluma, según me vayan viniendo los recuerdos.
Un frío del carajo en el campo de futbol, esperando la salida. Salgo con Josepepe, sin contrato (ya tiene coña que para haber decidido ir sin contrato llegásemos juntos al 90). La calle de
En el 25 Josepepe se va un poco por delante, yo sigo a mi ritmo, luego nos reagruparemos en el 35. Todo en orden, ni tengo sensaciones especialmente buenas, ni especialmente malas. Simplemente me limito a ir pasando los kilómetros. Disfruto, como siempre, eso sí, del campo, de
Los
Para los amantes de las estadísticas, dejaré dicho que por el km. 50 pasamos en exactamente 7h.30´. Paradas, avituallamientos, todo incluido.
De Setenil salimos comiéndonos el mundo. Corriendo cada vez que se podía, sin la menor duda de estar haciendo la carrera perfecta, venga a adelantar gente. Así hasta el 65 o 66, en que poco a poco se fue haciendo de noche. Y empezó a caer agua, pero agua de verdad. ¡Qué manera de llover, joder! La bajada hacia el cuartel se hace casi imposible, venga barro por todas partes, imposible andar sin caerse, midiendo cada paso, venga agua, venga viento, ¿”dantesco”, o algo así, se dice en esos casos? No sé, de verdad que la bajadita se hizo bien complicada. Me pegué una muy respetable galleta bajando, un buen costalazo. Pero bueno, no estaba la cosa para andar mirándose uno mucho, en pié y para abajo. En el 72 hay un avituallamiento, la gente se está retirando como moscas, definitivamente hoy vamos a tener mérito, vaya que sí.
Al cuartel, km. 77 llego al borde de la hipotermia. ¿”Al borde”, digo? Heladito de frío, con tiritonas, calado de agua hasta los tuétanos, una sensación horrible. Nos metemos en el coche, toda la ropa fuera, toda limpia, nueva, seca. Tardo un ratillo en entrar en calor. Cenamos un bocata, otra cocacola, me siento de nuevo bien, de nuevo firme, decidido, todo en su sitio, ya sólo quedan 24km. ¡Vámonos!
Aquí cometo el principal error, garrafal, de novato, ahora, a toro pasado. Pero había que estar allí, había que haber pasado el frío que pasé una hora antes, claro que ahora es todo muy fácil, en ese momento no lo fue. Mallas largas, dos camisetas de manga larga, chubasquero impermeable, con capucha, gorra, braga militar gruesa, guantes gruesos y, encima de todo, impermeable gordo, de plástico duro, rígido, por las rodillas. Vaya, como a pasar una ventísca en el Himalaya iba yo saliendo del cuartel. Justo cuando, además, para más coña, se empezaba a quedar una noche espléndida.
Salimos muy bien, rapidillos, decididos, muy recuperados de todo lo anterior, a buen ritmo. Sin dudas. De hecho el amigo Quintiliano, con el que nos cruzamos, ha dejado escrito por ahí que me vio, dice, “con muy buen porte y ritmo”. Efectivamente, así era. Mar me ha dicho luego que es, con diferencia, la vez que mejor me ha visto salir del cuartel. Cierto, también. Salí como nuevo.
Llegamos a la cuesta de
Parada técnica en un campo, junto a la carretera, aguas mayores o termine Ud. de deshidratarse del todo, si es que le quedaba algo.
A trancas y barrancas llegamos al puto camino junto al río. Una especie de interminable barrizal amazónico, como los de las películas de rambo, en las selvas, imposible dar un paso. Yo ya voy zombie. Grogui. Poco a poco se me va Josepepe, dejo de verle. Me cuesta dar un paso, las zapatillas se hunden en el fango, estoy torpe, me caigo tres veces, para levantarme he de agarrame a las hierbas. Al salir del camino, mi amigo me espera. Según me contó luego, tras la carrera, llevaba allí ya un cuarto de hora (el último kilómetro, o poco más, me ha costado 45 minutos, que se dice pronto), los 15 minutos “los he perdido” en tan solo tres o cuatrocientos metros.
Tengo la boca seca, completamente seca, es una sensación extraña. Trato de mojármela con el bidón, no se me pasa. Beber no puedo, no me entra.
Es el km. 90, le pido a Josepepe que, por favor se vaya, estoy sufriendo de verle como me espera, como se preocupa. No sin insistir un poco lo consigo. GRACIAS por todo, una vez más, amigo, la próxima vez que pase por ese puto camino, si Dios quiere será contigo y saboreando cada uno de los pasos que demos.
Me arrastro del 90 al 91 y, al llegar al avituallamiento me siento a recuperar un poco. Estoy vació, aún así sé que lo que me queda es más fácil que lo hecho, trato de convencerme de que sí que puedo. Solo que no es verdad. No puedo dar un paso más. Jode mucho, claro, sabes que Ronda está ahí, al ladito, que lo único que has de hacer es seguir, que no te queda nada. Pero no puedes. De nuevo escalofríos, tiritonas, me echan un par de mantas por encima, “a ver si mejoro”. Por los cojones, con perdón, voy a mejorar. No tengo fuerzas ni de llorar. Ni ganas. Con las cosas que no tienen repuesto se puede jugar un poco, sí, pero con cuidado. Y hoy ya hemos excedido los límites a partir de los cuales las bromas dejan de ser de buen gusto.
Con la última energía que me queda me levanto, miro al legionario con la cabeza alta, sin nada de que avergonzarme y le digo que, por favor, me lleven a Ronda, que ya vendré a terminarla otro día, otro año, que hoy, de verdad, no puedo más.
Eso, más o menos, debió ser todo.
¿Se dedican los fracasos?
No, claro, los fracasos no se dedican. Pero lo de esta fin de semana, si me permitís, yo sí quiero dedicárselo a un par de amigos. Ellos no se conocen, creo y, paradójicamente, tras 101km. por esas sierras de Dios no entraron juntos en meta por tan solo un minutillo de diferencia. Uno es Josepepe, claro, es obvio, con todo mi agradecimiento. El otro Hilario. Compañero, buen tipo, a quien hace un año y pico me sorprendí mucho de verle subirse al autobús en el kilómetro 40 de la maratón de Sevilla. Entonces no lo entendí. Desde anteayer, amigo Jaime, te sigo apreciando tanto como siempre pero, además, no sabes cómo te admiro.
Enhorabuena a todos los que sabéis en primera persona el frío que hacía en ese campo de fútbol, justo antes de la salida.
¡Joder, coño…!. Me alegro que estés bien y más aún el tener un amigo que en los momentos duros toma las decisiones más difíciles y más inteligentes. Un cebollo se hubiera autoconvencido que diez kilómetros los hace con la gorra y ahora igual no estaría ni contándolo. Un gran abrazo
Siento que no pudieras culminar con la llegada a meta, más estando tan cerca ya. Pero está claro que a todos nos quedan lecciones por aprender y momentos malos que superar. Y si los retos fueran fáciles, pues tendrían poco de retos, la verdad.
Mucho ánimo y a colocar el próximo año el Pepo 3-2 Ronda en el marcador.
Un abrazo.
Vaya sopapo de dominguín que nos dimos tu y yo, Pepo. Pero todo esto cuenta, todo acumula. Qué te voy a contar. Ya te dice Garban, que esto no es un concurso de ver quién la tiene más gorda (la cabeza) sino que estamos hablando de tomar decisiones sensatas. Saber que no era el día, en el estado de falta de oxígeno que tenías el cerebro, es el mejor de los diplomas que te podemos dar tras estos seis o siete años de carreras. Por mi parte, la mayor de las enhorabuenas. Tú me entiendes.
Hola Pepo,
Otro año será, es mejor saber parar a tiempo, cuando vienen momentos así poco más se puede hacer, pararse, resignarse y decir al año que viene ataco de nuevo.
Un abrazo
AMIGO Pepo
A veces hay que escuchar la cabeza y dejar el corazón de lado, por mucho que duela, para en futuras ocasiones, poder disfrutar con ese mismo corazón.
101 IronAbrazos
Que majo eres y como te lo agradezco, Pepo, en serio. Yo he participado en 6 carreras de ultrafondo y he abandonado en 3. Coincide con tu media en Ronda y curiosamente con el porcentaje de abandonos en la prueba. Es decir que es lo normal.
Tu no tienes que demostrar nada porque ya lo has hecho muchas veces y encima has perdido peso ultimamente (que envidia).
Hay que seguir cuando se puede, pero cuando hay riesgo para la salud como en tu caso o mi abandono en Sevilla, no hay más que hablar.
La próxima vez que vaya a Alicante me gustaría acercarme a verte, aunque lo he dicho varias veces de la próxima no pasa.
Un abrazo,
Jaime
VAYA POR DIOS, SI QUE LO SIENTO PEPO, PERO CREO QUE HICISTES BIEN, UNA RETIRADA A TIEMPO ES UNA GRAN VICTORIA…ADEMAS EL EMPATE TE DA BOLICA PARA QUE EL AÑO QUE VIENE VUELVAS, JEJE……. ESPERO ANIMARME EL AÑO QUE VIENE, QUE YA VAN DOS AÑOS SIN APARECER POR ALLI…
ME EMOCIONA LEERTE, ERES UNICO.
SALUDOS
Pepo, es mas importante saber retirarse a tiempo. Llegar cuando estamos fuertes es mucho más fácil, lo verdaderamente chungo es cuando estás a la «vuelta de la esquina» y decides bajarte. Hay que tenerlos bien puestos. ¡Enhorabuena! fue la decisión acertada. Ronda está ahí para los siguientes años, es un reto permanente.
Yo he estado una vez en Ronda y me he prometido no volver a intentarlo. Y eso que vine alucinado por el paisaje y el paisanaje. Aunque este año después de ver la proeza de Pacoj, no se si me «traicionaré» algún año de estos. Saludos. Emil.
Pepo, creo que leyéndote sobran los comentarios, una prueba muy dura, más endurecida si cabe por la climatología, y el empate a 2 en el marcador, ahí estará hasta el 2009 en que de nuevo te adelantes.
Lo que importa es que te recuperes bien y pases página cuanto antes, tienes tantos retos por delante que yo no sé ni como puedes.
Enhorabuena por llegar hasta donde las fuerzas dijeron basta y la razón tomó el relevo.
Fracaso seria no haberlo intentado Pepo. Me dolia el alma aqui calentito solo con leerte, no me imagino lo que pasaste. que susto chico, yo creo que fué la decisión más acertada.
descansa, descansa y descansa. Y mucho ánimo para el proxímo reto.
Un saludo.
Me he emocioado al leerlo, todo un campeón, hasta donde llegaste llegaste, y ya está, otros ni una décima parte.
Felicidades.
Bueno, quizá faltaron un par de cervezitas más en la prevía… a mí al menos.
Por otra parte a mi me ganaste 91-39,como un partido de basket.
El año que viene allí estaré para no rechazarte ninguna y para ir a la prorroga después de empatar 101-101. Eso sí, me llevo pomponera para unirla al equipo oficial.
Saludos.
Sabías que iba a ser muy duro, y no vacilastes, ahí con un par de h….
El desempate lo conseguiras pronto. Ánimo
Y vas a conseguir que otros probemos la experiencia
Hola amigos, muy buenas.
Gracias a todos por vuestros animosos comentarios.
Garban, un abrazo, espero verte por Valencia pronto.
Macario, antes del 3-2 pienso celebrar, como se merecerá, tu próximo triunfo en Lanzarote. Y el de Talín, claro. Este, con un poco de suerte, ya lo celebramos tras el IM de Zurich, en menos de nueve semanitas. ufffff, que poquito queda.
David, mi compañero de habitación por esos campus de Dios, un placer leerte.
Spanjaard, enhorabuena también para ti por la organización de lo de las 24h. en Torrejón y por el ratillo que corriste (70km., se cascó el colega, sin despeinarse).
Hilario, a lo de Alicante no tienes más que ponerle fecha. Un abrazo, campeón, enhorabuena por tus 101.
ANGELIN, se te echó de menos. A ver si este año logro escaparme en septiembre a correr ese pedazo de cross de Villena que organizas.
Emil, nunca digas a esta Ronda no volveré. Una buena amiga, Inmaculada, cientounera legendaria, escribía cada año unas preciosas «Crónicas de una relación masoca». Pues eso.
Abuelito Palillo, gracias. Ya organizaremos este verano algún rodajito por Denia, que te vas a poner a tope para tu próximo maratón de Chicago.
Lander, descansar, descansar y descansar es, precisamente, lo que estoy haciendo. Pero será sólo un par de días más. Tengo Zurich ahí, a la vuelta de la esquina.
Jesús, tomo nota de lo de ese viernes de enero de 2009. Ya concretaremos.
Hoffman, golfo, a ti que t evoy a decir, que no sepas ya. Estabas demasiado nervioso, demasiadas dudas, al monstuo hay que mirarle a los ojos, fijamente, como note que dudas te arrea seguro. Las cervezas esas, cuando digas, pero que sea pronto. En un par de días me vuelvo a poner en serio.
Fernando, ¡qué grata visita! Si el año que viene voy a Ronda, que todavía no lo sé (estará en función de las fechas de Sables, de que pueda recuperar bien, que espero que sí), sería un placer echar unos kilómetros juntos.
Gracias a todos.
Pepo me hubiera encantado darte un abrazo. Llegaste a la alameda justo cuando me fui yo (iba con mi tio) y por la mañana en el estadio, tuvimos poco tiempo para buscaros, porque se movilizaron las bicis enseguida y corriamos el riesgo de quedarnos encerrados. ¿Fracaso?..ni hablar..Experiencia. Un abrazo fuerte. Carlos
Amigo Pepo:
Lo siento tio, pero creo que hiciste lo más sensato y muchas veces no es fácil, como ya te han dicho por ahí queda un año para el desempate, así es que ánimo y a por ello. Saludos a Mar y recuperáte, un fuerte abrazo
Enrique
pepo, como me ha gustado tu crónica, me parecia estar viendote, menudo via crucis .
De todas maneras hacerse 91km de una tacada es una heroicidad, si se le añade la selva, el rio salvaje y los manglares ni te cuento :·)
Yo abandone a falta de 5km una de 97,en dos dias, pero ya no podia, así que te entiendo.
Bueno un besazo!!
Hola Pepo, en primer lugar ,’encantado de conocerte’ y, en segundo lugar, mi enhorabuena por esos 91 kms.. Ahí es nada. Quienes sí estuvimos allí sabemos lo duro que fue y el esfuerzo que tuviste que hacer para llegar a esos 91. ‘No todo el mundo lo hace’. Yo creo que te vi por la cuesta de la ermita. Creo que nos pediste agua a mi compañero y a mí que subíamos en ese momento. Creo que te dije ‘venga, ánimo, que ya despues de este repecho se acaba lo gordo, unos 15 ó 20 minutos te faltan’. ¿érais tú y tu compañero?. Si es así, tiene mucho mérito lo tuyo porque desde ahí hasta el punto en el que te retiraste todavía quedaba un infierno de barro. Nosotros terminamos en 19, 30 hs. y este año nos ha resultado muy duro. Yo arrastraba una lesión en el tobillo y se me hizo eterno el final de los 101. Sí te puedo decir, con conocimiento de causa -ya son 1212 kms con La Legión-, que este año ha sido una edición muy bonita, pero muy dura para todo el que haya tenido alguna ‘inconveniencia’. La prueba de este año no perdonaba. Quien no haya tenido problemas ha disfrutado como nunca, pero un simple ‘tironcillo’ se podía convertir en un problema serio con los resbalones en el barro. En mi caso, una simple torcedura se convirtió un esguince que hizo las decicias de los fisios en la meta. En fin, lo dicho, que muchas felicidades por la fortuna de ir y participar y enhorabuena por tus 91. El año que viene será otra distinta. Cada uno iremos con nuestras motivaciones, nuestros miedos y nuestras alegrías. En todo caso iremos a disfrutar cada kilómetro andado. Si no son 101. ¿qué más da, si cada kilómetro lo vivimos con espíritu legionario? Un sólo km. ‘verde oliva’ vale por todas las maratones del mundo. Viva España, y Viva La Legión.
Hola amigos, muy buenas.
Perico, doblemente gracias. Por tu amable comentario y, además, por el traguito de agua allí, en plena cuesta. Me vino muy bien. Sí, como dices, éramos Josepepe y yo. A ver si el año que viene nos podemos conocer antes de salir, o en meta, pero que no sea en la cuestecita de marras otra vez. Un abrazo.
rivendel, MariPau, gracias también a ti. Escápate al tri de Valencia dentro de dos semanas y con un arrocito delante hablamos de todo un poco.
Enri, un placer leerte. Entre mis buenos propósitos para esta próximas ocho semanas está aburrirme a ir a yoga. Siempre que voy em acuedo de ti. Ya lo iremos contado por aquí.
Carlos, ¿sabes dónde cenamos el domingo? En Granada, Taberna de las Salinas + Copitas en el Sacromonte. Si es que al final, ya se sabe, la cabra tira al monte….Sí, también a mi me hubiese encantado saludarte. Por cierto, me he enterado de lo tuyo, tres horas ayudando a un accidenteado y luego reincorporarte a la carrera y terminar, de C H A P E A U. Admirados saludos.
Abrazos, besos, damos carpetazo a Ronda, la vida sigue, dentro de nada tenemos un IM. Habrá que ir poniéndose las pilas.