Hola amigos, muy buenas.

Una entradita rápida para contar que ayer dimos un pasito más en ese proceso de formación y disfrute marineros, a partes iguales, que llevo entre manos desde hace un tiempo. Ayer salí con mi amigo Fede a pasar un día en el mar, desde Denia, sin ideas preconcebidas ni planes trazados de antemano, un poco a ver qué salía.

También, para qué negarlo,  a ver cómo se portaba la p.costilla.

Día precioso, ya desde la mañana vientos sostenidos, constantes, levante de entre 10 y 12 nudos, navegamos de ceñida, a placer. Poco a poco el viento va rolando a sur y, además,  se va montando el térmico, el Lleveig. Cerveza va, emnpanadilla viene, solecito, vamos soñando una travesía a Tabarca este próximo verano. Más cervezas, echamos de menos a las chicas, qué a gusto estamos navegando, escoraditas guapas, piques con un par de grandullones que andaban por allí.

Como si tal cosa estamos ya en Cabo San Martín, nos damos la vuelta, son las cuatro de la tarde, hay que volver. La Bahía de Javea por babor, el Mongó y el Cabo San Antonio delante y, de repente, un impulso, algo que llevaba dieciseis meses esperando hacer, desde que compré el barquito, el momento tan anhelado: «Fede, ahora o nunca». Me meto en la cabina y subo con la maniobra del spinnaker, la monto (a muchos os parecerá una tontería, pero haber sido capaz de montar la maniobra del spi yo solito me enorgullece un poquito, hace un tiempo me hubiese sonado a chino), disfruto de ver mi precioso tangón de madera en su sitio, orgulloso, esperando, por fin, trabajar y no dentro del barco como si fuese un mueble o un chisme de decoración. ¡¡¡¡¡Arriba!!!! Lo izamos, navegamos, ¿trasluchamos?, trasluchemos, ya puestos. Sin problemas, como si no hubiésemos hecho otra cosa en los últimos meses. Doblamos el cabo, spi arriba. Prácticamente hasta Denia. No entramos con él a puerto porque no se debe, porque hubiese sido un vacile improcedente, innecesario, pero hasta media milla de la bocana sí.

Che, la navegación soñada.

Más cervezas.

Por no hacerlo mucho más largo, que ayer fui feliz. Y que me apetece contarlo. y que para eso tengo este blog, que es mío.  A quien no le guste, que no lea.

Ah, y que hemos aprobado el examen de Patrón de Yate. Y sin pinganillo.

Ilusionados saludos.