Hola, amigos, muy buenas.

La vida sigue. Hace un par de días cumplí cuarenta y nueve años. Sí, sí, ya sé que las velas son de 44, pero eran 49. Para la foto le cambié mi 9 por su 4 a Paula, la amiga del alma de mi niña Macarena, que cumplía 14:

 

 

 

 

Pistoletazo de salida del que deseo sea un año muy especial. Medio siglo no es cualquier cosa, no me apetece dentro de 363 días la típica fiesta «sorpresa» y a otra cosa, no.

Para este año me he marcado algunos objetivos. Os sonarán, nada que no hayáis oído antes, sólo que esta vez quiero que se cumplan de verdad.

Por orden:

1.- Toros:  Se podría decir que es mi gran objetivo del año. Torear tanto como se pueda durante todo el año, de salón en la Escuela de Valencia los viernes por la tarde, en el campo cada vez que haya ocasión. Y llegar a diciembre 2014 flaco, entrenadísimo, fuerte, mentalizado,  en condiciones de anunciarme en público, en serio, en ese festival que quiero montar en la plaza de Ondara, a beneficio de la Fundación Abracadabra, arropado por cuatro figuras del toreo. Ese es, hoy por hoy, mi mayor sueño. Y por la tarde todos a Denia, a casa, a celebrar el final del Quincuagésimo proyecto, a brindar por el siguiente medio siglo.

De momento vamos entrenando. Hace un par de semanas me escapé con Mar a lo de Sancho Dávila, en Santisteban del Puerto, Jaen, finca Puertolaca, a tentar un par de vacas. Me acompañaron el maestro Rafael de la Viña, con su preciosa niña, Juncal,  y el novillero local, sin caballos, Daniel García, anotad ese nombre, tiene clase y cojones para hacer dos o tres figuras. El de la izquierda  es el ganadero:

Las vacas salieron extraordinarias. Os dejo un par de fotos, la primera citando a pies juntos. Al fondo, a caballo, Antonio García, padre de Dani, extraordinario picador.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Y esta otra ofreciéndole los pechos a la vaca, que se arranca con bravura a la muleta. Ya os digo que salieron excelentes:

Bueno, ¿además de toros, qué?, se preguntará el lector, si es que queda alguno.

Sigamos con «El Q.»:

2.- Vela: Aquí el reto no se hace esperar tanto, vamos a empezar la temporada corriendo ya en enero (22 al 25.01.14) una regata mítica, «Las 300 millas de Moraira». La haremos  a tres, Txema, Jose Luis y mi menda con el «Toletum II-Soloabogados», ese pedazo de First 41S5 que desde el despacho vamos a volver a esponsorizar un año más. Durante al año haremos cinco o seis más, seguras La Sal y La Dragonera, en la que defenderemos el primer puesto de 2013, las restantes por definir. Y espero que caigan dos o tres más con «El X» de Alejandro Pastore. Y en los fines de semana que no haya nada, que en broma, en broma, no serán muchos, seguir divirtiéndome con Mar y nuestro chiquitín en las regatitas de club de Denia, Javea, Oliva o dónde se tercie. Con, además, una semana de crucero familiar, este año, D.m., por Mallorca en agosto, ya estará bien de barcos, ya.

Bueno, y seguir cuidando el «Magopepo», que este año cumple 46 añitos. Darle mucho cariño, mucho bricolaje, muchos mimos, que se los merece. De momento acaba de estrenar génova y foque. Como un tiro va, a sus años, con todas sus velas nuevas.

3.- Carreras: Voy a correr un mínimo de tres maratones, a saber, Cobeña el 16 de febrero y Roma el 23 de marzo (en ambas estoy ya inscrito),  más Valencia en noviembre. Y, muy probablemente, si para mayo ya estoy flaco, flaco, de verdad, una larga, o los 101 de Ronda, o la Maratoimitja de Castellón al Penyagolosa, ya veremos. Pero el gran objetivo, el de verdad, es llegar al 19 de octubre como nunca y correr ese día, aniversario de lo de Alicia, la carrera de mi vida, la media maratón de Valencia en compañía de mi hijo Pepe. Será su debut en media maratón y, desde luego, si quiero ir con él, ya puedo espabilar, está haciendo los 10K en 44´, pesa 60kg., entrena a diario, en fin….

No me pongo objetivo de triatlón. No, al menos, «oficialmente». Si se me cruza alguno en el camino, ya se verá qué se hace.

4.- Judo: Este año, sí o sí, me saco el cinturón negro, con Pepe haciéndome de Uke.

Para cualquiera de ellos necesito imperativamente ponerme flaco cuanto antes. Además de cuidarme, limitar tanto como sea posible comidas, cenas, saraos, catas, fiestas y eventos varios, lo que, en mi caso, no es fácil, de verdad os lo digo, entre Cuchara Mágica, Circulo de Ilusionistas, De Tinto y Oro, la Falla, el Drink-Team, la Peña Despacito y algún que otro compromiso profesional, no es fácil, digo que, además de cuidarme, me he apuntado a una historia que está de moda entre corredores, «streak running», le llaman. En síntesis, se trata de salir a correr todos y cada uno de los días del año, un mínimo de 20 minutos. De momento llevo cuatro días, veremos cuánto aguanto. Pero vaya, esto no es en si mismo un objetivo, sino una ayudita. Al menos por ahora, si aguantase meses y meses igual ya le cogía cariñó a la idea de echar un año entero.

Ensanchando la vida.

Ilusionados saludos.