Hola amigos, muy buenas.
Supongo que uno de los compromisos que uno adquiere cuando se apunta a Sables y se tira meses hablando del tema en blogs, foros y demás cibergaritos es tratar de redactar a su regreso una crónica más o menos coherente. No os hagais muchas ilusiones. Han pasado ya casi dos semanas, ando de cabeza con trabajo, Presidencia de la Falla (gracias de nuevo por la confianza, amigos de J.J. Dómine-Port), directiva de Correcaminos (más gracias), crisis, subcrisis, precrisis, postcrisis, Denia, familia, comidas, cenas y demás rutinas varias y, la verdad, no encuentro el momento de escribir algo mínimamente presentable.
Pero vaya, cuatro cositas, cuatro tonterías según salgan, supongo que sí habrá que contar. Las cuatro ideas que todavía pululen con fuerza por ahí arriba. Veamos que sale:
Por delante, en corto y por derecho y para que no haya dudas. Entérate de qué día se abren las inscripciones y no lo dudes. Apúntate. Será una de las mejores cosas que hagas en tu vida. Déjate de rollos, de complejos, de prejuicios, de chorradas y hazlo. Disfrutarás como un enano, infinitamente más de lo que tu imaginación te permita creer ahora. Olvida cualquier idea sobre capacidad, entrenamientos necesarios, dureza, etc., estereotipos absurdos sin mayor fundamento, e inscribete. Es una aventura única, una experiencia vital indescriptible, un conjunto de emociones, sensaciones, placeres y sentimientos a flor de piel de una intensidad como jamás habrás conocido. Y ni que decir tiene que está a tu alcance, como al de cualquiera que quiera vivirla. La duda, sencillamente, ofende.
Que no lo ves claro, que prefieres seguir pensando que es muy dura, que hay que machacarse a entrenar, que es para cuatro privilegiados, que hay que ser poco menos que un superdotado, pues nada, chico, chica, tu mismo, tu misma, a seguir en la monotonía, en la ciudad, en la rutina, total, es sólo cuestión de unos años, luego todos calvos.
Dicho lo cual, trataremos de ser un poco menos apasionados y buscar algún recuerdillo que contar de manera más o menos objetiva. Veamos, de nuevo:
Los meses previos: Siempre digo que las carreras, cuanto más largas, más se fundamentan en tres pilares básicos, a saber, a) confianza en uno mismo, determinación, decisión, «cabeza» en el sentido de cabeza «caliente», ese puntito de cabezonería, b) entrenamiento moderado, normalmente suelo establecer como suficiente para terminar dignamente, sin más pretensiones, entre un 30 y un 40% de lo que haya entrenado (sobreentrenado, en la mayoría de casos) la media de los que están en la salida y, c) no hacer tonterías el día de la prueba, no cagarla, con perdón, mucho análisis, mucho pensar en carrera, mucha decisión correcta, «cabeza fría», para entendernos. En este ocasión a) y c) me han llevado a meta, sobre el punto b) casi que mejor corremos un tupido velo.
Los días previos: Volamos jueves, Madrid, Casablanca, Ourzuazate. El viernes se suponía que nos llevaban al campamento para el domingo empezar la carrera pero, como ya sabreis, las lluvias torrenciales e inundaciones complicaron un poco las cosas. La organización (¡¡¡chapeau!!! una y mil veces me quito el sombrero) nos realojó sobre la marcha, como pudo, en Erfoud, un pueblito lindo, en el oasis de Tafilanet al que antes o después habrá que volver con la family. Hubo que reorganizarlo todo y suspender la primera etapa. Para algunos supuso nervios, incertidumbres, angustias. Yo, que en el fondo iba a lo que iba (vivencias, relaciones humanas, aventura, camiseta de finisher para lucir por el río, medallita de finisher para la vitrina y poco más), feliz y contento. Por mi como si querían suspender alguna más. En el pueblito ese se estaba de lujo, paseos, barbería, masajes, magias callejeras, magias en el hotel, magias varias, compras, cervezas (muchas), buenas cenas esponsorizadas por Charcutería Manglano y demás buenos ratos me compensaban, con creces, de las cancelaciones de etapas que viniesen. Ah, y la compañía de un nanete, de unos trece años, al que pronto todos bautizaron como «El Secretario de Pepo». Un crío que doce días después sigo sin poder quitarme de la cabeza. Como detalle baste indicar que el último día, el de la etapa maratón, se cogió la bici, ya imaginareis que no una Cervelo último modelo, y se cascó 30km. por el desierto, más otros tantos de vuelta a su casa, sólo para ponerse a dos kilómetros de meta a esperarme, verme pasar y darme ánimos. El día que, sin conocerme de nada, alguien me sonría así en nuestro supuesto «mundo civilizado» fliparé. Entre tanto seguiré soñando, cada vez que cierre los ojos, con una mirada limpia, dulce, agradecida, como pocas veces he conocido. ¿Que no estás preparado para Sables, dices? Tú mismo, tranquilo, tú mismo, no te agobies.
Os cuento un poco la carrera, por llamarle de algún modo, sólo para entendernos: La salida con el ambientazo de las grandísimas ocasiones, emoción a flor de piel, tensión, nervios, adrenalina, helicóptero, siempre el helicóptero, amigos, miraditas, miradas, abrazos, empujones, puñetazos con energías, palmadas, la sensación de que algo grandioso está empezando. Al fondo, a tres kilómetros, las dunas de Merzouga, majestuosas, doradas, impresionantes, como un decorado de película, se alzan brillantes, impolutas, eternas, sobre la desértica inmensidad, como una barrera entre un cielo azul soñado y el oscuro y meláncólico pedregal. Hacia ellas nos dirigimos, como si al llegar allí fuese a descubrise ante nosotros un pasadizo secreto de las mil y una noches, un sésamo deportivo, algo que nos evite darnos de bruces con su inmensidad. En seguida que llegas te das cuenta de que no es para tanto. En cuanto te quieres dar cuenta estás dentro, en un inmenso mar de dunas que suben y bajan, en una inmensidad ocre, cobriza, de un color irreal, indescriptible, de una belleza extrema, el sitio más bonito que he conocide en mi vida, flipas de estar allí, qué son siete kilómetros, ocho, diez, por mi como si me quieren tener aquí de por vida. Es un belleza salvaje, tan impresionante que su contemplación produce casi dolor físico, no puede ser real, es acojonante. Ni que decir tiene que eres feliz. Al rato descubres el «dunning». O sea, el salirte de la fila, de la interminable procesionaria de las arenas, de la aborregada hilera y perderte a tu aire, buscando arenas vírgenes, sitios no pisados por nadie. Vas dos o trescientos metros alejado del resto, en la misma dirección, sí, pero a tu bola. Quizá haces algunos metros de más, puede que en algún sitio no tengas «la escalerita» que han formado las pisadas de los de delante, pero amigo, la sensación de libertad, la plenitud de mirar a un lado y sentirte el dueño del desierto, el jefe de las dunas, el rey del mundo, no ver a nadie, saber que eres libre, sentirte poderoso, ver al fondo el reflejo del sol, recordar las novelas de tu niñez, estar tú, allí, ahora, protagonizando lo que tantas veces soñaste, joder, quién quiere escaleritas en esos momentos. No soy quien para dar consejos, claro que no, pero si vas, que irás, a Sables, acuerdate de Pepo en las dunas y salte de la fila. «Dunning» forverer.
El segundo día, como el anterior, precioso. Yo nuevo, entero, ni una molestia, ni un problema ni medio, sobrado. De hecho a falta de 500m. para la llegada (km.35) me regalo media horita extra de dunning por mi cuenta, por el placer de perderme de nuevo. En esos momentos tengo clarísimo como empezará mi crónica, si es que llego a escribirla, «MDS, una mariconada…».
Los siguientes días, sin embargo, me pondrán en mi sitio. Me recordarán que cuando todo el mundo dice que «Sables no es Bambi», por algo será, me harán sufrir algún ratito, me harán valorar mucho más la medallita.
El tercer día es la etapa larga, 91km. He decidido hacerla en dos días, el primero haremos 64, el segundo los 27 restantes. Hasta el voy 40 más o menos bien. Con viento fuerte de cara, Sur, todo el tiempo, buff hasta las cejas, cara tapada, arena por todas partes, pedregales interminables, pero todo bien. Haciendo el jueguecito del pañuelo a cada niño que sale al camino (de mi clasificación final podeis quitar no menos de una hora u hora y media empleada en magias varias, si es que eso os interesa). Del 40 al PC del 50 me cuesta un mundo, de hecho la batalla mental conmigo mismo es de época, dudo si pararme a descansar en el 50 o seguir, me cuesta horrrores, tengo que emplear mis mejores trucos de campaña, mis mejores recursos mentales, dialécticos, pero por fin, tras regalarme la mejor cena posible, tirando mano de todo lo bueno que quedaba en mi mochila -magret de pato, patatitas parisienne, quesos, turrones variados- cuando a las 22:00h. supero la tentación de quedarme, que hubiese supuesto, seguro, el fin, y continúo hacia el planificado km. 64 sé que Sables es mía. La lucha ha valido la pena. Salgo crecido. Los 14km. me cuestan cuatro horas y media, dunning nocturno a traición, Jebel-de-su-puta-madre, más dunas, el frontal que no alumbra un mierda, reventaito voy, pero sé que Sables es mía.
En el 64 duermo de 2:30 a 6:00 al raso, bajo las estrellas, yo solito, fuera del CheckPoint. Me meto en mi saco, por techo las estrellas, allí la Osa Mayor, su carro, allá la Polar, Mar me enseñó a buscarla, qué será de ella, ¡cuánto la quiero!, dónde está Casiopea, joder, no la encuentro, poco a poco me quedo dormido. Feliz, inmensamente feliz.
Pesadilla de que las zapatillas, con el viento se han volado, uff., menos mal que solo ha sido un mal sueño, las meto en la mochila y sigo durmiendo. Mañana será otro día.
Me levanto, quedan 27km. Los pies, a estas alturas, van ya hechos un Cristo. El cansancio acumulado se deja sentir. Pero vamos adelante, haciendo camino, que de eso se trata. Pensamientos positivos. Calor del de verdad, calor en serio, sin bromas. Pasamos un pequeño oasis. Tras él un inmenso lago seco. Nadie en kilómetros a la redonda, nadie por delante, nadie a los lados, nadie detrás. Calor, todo el del mundo. La boquita seca, hasta los mismísimos ya de sales, barritas, geles y demás basurilla. Repaso mentalmente, hemos visto oasis, dunas, pedregales, olido las más intensas plantas aromáticas, nos hemos cruzado camellos, dromedarios, tuaregs, hemos dormido en jaimas, ¿qué nos falta para una visión completa del desierto? Hombre, un espejismo, de esos de los de los TBO´s de pequeños no vendría mal. Calor sí parece hacer el suficiente. Yo todavía no voy tan mal, no estoy delirando, pero vaya, nunca se sabe. Miraré con atención. Miro, me concentro, nada. En esas, de repente, oigo que me aplauden. Claramente, sin dúda, no es una imaginación, alguien me está aplaudiendo. Pero, joder, no puede ser, no hay nadie en kilómetros a la redonda, desde luego no delante, ni a los lados. Detrás tampoco. Además, si aguien viniese, que no puede ser, no se iba a poner a aplaudir. ¿Me estaré volviendo majara? ¿Existen los espejismos acústicos? Ahí os lo dejo, otro día contaré el final.
Por fin, tras 27h. llego al Vivac. Como cada vez que llego, siempre el último, claro, los amigos se deshacen en felicitaciones, aplausos (estos de verdad) atenciones y demás. Un lujo. Gracias a todos.
Milagrosamente recupero mejor de lo esperado. Hasta tal punto que al día siguiente, en la salida de la última etapa, 42km., maratón, meto los bastones en la mochila. Es, como si dijéramos, una declaración de intenciones, vamos a correr un rato. Así lo hago, salgo corriendo y hasta el CP1, km. 12, alterno andar y correr, llego en 1h.50´, a pijo sacao. Como aquel que dice ni paro, cojo el agua y arreo. Del CP1 al CP2 me da la pájara de mi vida. Llego frito, con un golpe de calor de los de época. Sin fuerzas, no ya para andar, correr, moverme o seguir, no sin fuerzas para nada, ardiendo, completamente pasado de vueltas. No me entra ni agua ni comida, estoy al límite. Me acuerdo de Mar. Me ha recomendado mil veces «cabeza», en el sentido de cabeza fría. Es su momento. Con ayuda de Nestor Bohigues, compañero del alma, amigo, gran tipo, que renuncia a seguir y se queda conmigo, para asistirme hasta que claramente ve que estoy mejor y le obligo a marchar, me meto en una haima. Postura del cadaver de yoga (se llama así, sí, ya sé, yo también pensé lo mismo, que tendría coña palmarla en esa posición), respiración yoguica, inspirando aire «fresquito», sacando todo el calor con la respiración, poco a poco noto que me estabilizo. Me regalo una hora de siesta, en paz, en calma, estoy a 22km. de la meta, pero en lo que menos pienso ahora es en eso, necesito recuperarme, no por la medallita, no por la camiseta, no, por Mar que me pidió cabeza, por los niños, por mi mismo. Al cabo de una hora me incorporo y como todo el turrón que me queda, me sienta de lujo. Bien. Seguiremos, eso sí, con cabeza. Hasta el siguiente CP, km. 28, voy tranquilo, recitándome poesías, cantando, repitiéndome mantras «Finisher, finisher, finisher», disfrutando de la sensación de ir viendo la cosa cada vez más clara. En el CP3 echo media horita más de siesta, ahora por puro placer, por gusto, por amarrar la medallita. Como he salido tan rápido, de tiempo voy más que sobrado. Cuando llegan los camelleros/escoba al control salgo yo, relajado, a encontrarme con el atardecer soñado, con los ocho o diez kilómetros más relajados de todo Sables, despacito, saboreando la puesta de sol, sintiendo que Mar está ahí al lado, cantandole canciones de amor, cada quince minutos una distinta, feliz, inmensamente feliz.
Al hacerse de noche, a falta de tres kilómetros, me pierdo un poco, las pilas nuevas no van, el frontal es una mierda, voy sin luz, en fin, nada importante, un poquito de adrenalina para compensar tanta ñoñez, cosas que pasan en Sables, ya dijimos que no era Bambi. Como puedo subo arriba de la última montaña y diviso, a lo lejos, el campamento, la meta, el final, la gloria. Bajo por un sitio que supongo que de día, con luz, no me atrevería y, poco a poco, muy poco a poco, voy dejando que las luces se me acerquen.
Las sensaciones son muy similares a las de la alfombra de meta del IM, por una parte estás loco por llegar, por otra no quieres que se termine nunca, son momentos que desearías eternos. Qué coño, no es que tú los desearías, es que son eternos. ¿O, acaso, a alguno se nos van a olvidar mientras vivamos? Pedazo de alfombra, de arena, de dos kilómetros, media horita de alfombra. ¿Alguien da más?
Recojo los bastones, meto el ventral en la mochila, recompongo la figura, me siento el tío más importante sobre la faz de la tierra (ya os he dicho que sé que no es verdad, pero una cosa es serlo y otra no darte el capricho de, en ese momento, creertelo, que eso es gratis y no haces daño a nadie) y, satisfecho, relajado, a gusto, con una plenitud de espíritu dificil de transmitir, cruzo la meta y me cuelgan mi medallita soñada.
Los de Elche y sus mujeres, los de Pinto, los compañeros de Haima, un montón de amigos, me esperan, preocupados. Entre pájaras, siestas, poesías, relajación, pérdidas y demás, la etapa se ha ido por encima de las once horas y allí, hasta que llegue Pepo, la gente no se va a cenar. La ovación es de gala. Luego me cuentan que Jorge Aubeso (¿Hace falta que te cuente quién es Jorge en Sables, en el ultrafondo español, en las carreras de montaña, leyenda viva, historia del deporte de élite?) ha salido tres veces en una bici prestada a buscarme, que los kroketas (grandes tipos) e Ismael (primer llegado a meta en la etapa larga) han salido a por mi en contradirección. Gracias, amigos.
Mira, amable lector, si «solidaridad», «altruismo»,»compañerismo», «amistad», «compartir» son para ti algo más que palabras vacias, no seas burro, apuntate a MDS. Disfrutarás como ni te imaginas. Si, por el contrario, «solidaridad», «altruismo», «compañerismo», «amistad», «compartir», no te dicen nada, haz la Marathon des Sables. Puede que sea tu última oportunidad de cambiar tu vida.
Agradecidos saludos.
¡Qué grande eres Pepo!,
La he leido sin perder detalle. Releeré. Donde la mayoría haríamos una historia de sufrimiento, tú la haces de aprendizaje, y sobretodo de sincera humanidad. Gracias por compartirlo.
Mi enhorabuena, y un grandísimo saludo.
Juan Antonio.
Querido Pepo, que crònica mas atipica y diferente de las habituales, realmente eres mi hèroe! ·)
Graias por tu crónica y por contarlo así de bien.
Ahora veo Sables de un modo diferente a como lo veía. Quizás algún año…. quien sabe
Me gustaría experimentar muchas sensaciones de las que describes.
Un abrazo muy grande Pepo y ENHORABUENA.
QUE GRANDE ERES PEPO….
ALGUN DIA, ALGUN DIA ESTARE YO ALLI…..
SALUDOS
Tu eres un tirao, como yo. El Pepo es de otra pasta. Carbonara.
SPJ.
Joder Pepo…vete a cagar!…que yo no quería que Sables entrara en mi cabeza!!!…
Me he quedado con ganas de más… de saber de tu pequeño «secretario», de oir ese espejismo y de ver esa emocionante llegada a meta…
Felicidades una vez más, por sentirte importante en lo que haces y por serlo.
Besitos.
Gracias tío por todo! lo he releído tres veces por ahora, por aquí tienes dos amigos calvos que no paran de presumir de ti en los bares claro….. olé.
Como dicen por ahí, ya nos has jodido. ¿Cuando hay que apuntarse?.
Enhorabuena Pepo
¿Así que es una estafa piramidal como el Madoff para que nos apuntemos todos?
Huy que cabrooooooon. jejjej
SPJ
Eres un fenómeno Pepo ¿qué es lo próximo que nos vas a desmitificar? ja,ja,
Un abrazo
Javier
Coño… ¡Qué no, que no voy!. Me alimentaré de tu crónica, mejor me alimentaré de tus palabras mientras que me lo vuelvas a contar cien mil veces más!.
Un abrazo
Enhorabuena, amigo mago.
Saludos
Ximo
Querido Pepo:
Estaba totalmente seguro que terminabas aunque en los inicios se hubiera puesto la cosa jodida con las lluvias… Mágnífica crónica de una experiencia grandiosa, despues de ésto eres el «Lawrence del Levante», un muy fuerte abrazo desde Sevilla.
Saludos
Enrique
He tardado en encontrar el momento para leerla, aunque mejor sería decir paladearla.
Enhorabuena por esa vivencia, bonita bonita de verdad.
Un abrazo.
Felicidades por todo. por terminar, por desmitificar, por contarlo tan bien…
He pasado un rato de lujo, aprendiendo un montón y muchas gracias por compartirlo.
Un abrazo.
Enhorabuena, Mago.
De verdad, aprendemos mucho más de ti de lo que tú puedas aprender de nosotros. Leyendo tu relato me doy cuenta de veras.
Muchas fracias por ese pedacito de Sables que me llegó via mensajero a mi casa. lo guardaré con mimo y presumiré de ti cuando la gente me pregunté de dónde lo saqué…
Un abrazo.
PEPO es mucho PEPO !!!!
FELICIDADES y ENHIORABUENA.
Un Abrazo
Recomiendas hacerlo y dices que está al alcance de todo el mundo.
El coste es de 3.150€ la incripción, el material y la comida liofilizada más los vuelos a Paris unso 1.500€ más por lo que la fiesta ronda los 5.000€.
No creo que esté al alcance de todo el mundo al menos de lo que yo entiendo por «todo el mundo» por lo menos yo no estoy en ese mundo.
Pepo, como siempre, vaya crónica!! Y después de ser un asiduo lector de tus crónicas y andanzas atléticas y de creer «conocerte» a través de lo que escribes, me da a mi que algo debes de estar «maquinando» con respecto a tu «secretario» durante esos días, quizás me equivoque…
Vaya pedazo de corazón que tienes, y como siempre, nos demuestras como vivir con total intensidad!! Espero que te hayas repuesto bien de semejante paliza.
Con toda mi admiración, un saludo
Hola amigos, muy buenas.
Se agradecen mucho vuestros amables comentarios.
Quinti, el «sufrimiento» que dices es como el colesterol, que lo hay del bueno y del malo. El del desierto es del bueno. Además, ¡a ti que te voy a contar de eso que no sepas ya! Nos vemos en Ronda.
Maripau, Rivendel, espero tener ocasión de contartelo personalmente en cualquier ocasión que surja. He leido por ahí que no harás el IM de Bna ??? Sería una pena. Si es por preparación, tiempo y demás, lo único que hace falta es que hablemos un rato y te lo explico. Un beso, guapa.
Bikila, Angelín y todos los de «algún día yo…»: En 2010 no iré. Soy Presidente de la Falla para ese ejercicio y sé lo que va a conllevar de octubre a marzo. Además, en la primera llamada a casa al terminar Sables09 Mar me hizo prometerle que «nunca más» y tras hábil negociación la cosa quedo en la promesa formal de que en 2010 no. Pero ya podeis ir tomando nota, me ilusionaría muchomontar para 2011 un equipo de gente «normal y corriente», sin especiales pretensiones, amigos, a pasarlo bien juntos, en el que cabremos todos. Bueno, al menos ocho, para completar una haima.
Luisillo, carbonara «no liofilizada», ta faltó añadir. Un abrazo, golfo.
Syl, lo del 2011 también va por ti, por tu puntito de locura tan útil en el desierto. Lo hablaremos con una cervecita delante. Del resto de temas que dices que te gustaría te contase, cuando quieras, por supuesto, pero te sugiero que no te pierdas la paella-coloquio que voy a organizar en junio en casa, en Denia. Ese día vendrán quince o veinte amigos, todos finisher 09, todos con sus camisetas, sus medallitas, a contarnos batallitas y, además, todo aquel que quiera información de primera mano. Ah, y probablemente también la gente de la organización. Vaya, que ese día con el tercer gintonic igual abrimos ya una lista y todo.
Stani, las gracias a las monjas. ¿Bares, dices? ¿Vosotros? Anda ya….
Emilio, pásate por la paella-coloquio.
Luis, la pena es que solo hay 70/80 dorsales para toda España y duran diez minutos. Si no hubiese límite, esos 70 los pillábamos solo para los amiguetes. Tú de porteador de ginebras no harías mal papel.
Womper, ¿Lo próximo, preguntas? Todo viejos conocidos, Este año nos queda la 5ª participación en Ronda y luego a preparar el IM Barcelona, poco más. 2010, en principio, me lo quiero plantear medio sabático, si acaso un par de maratones. NY again podría estar bien, ya veremos.
Garban, no disimules, que aquí todos saben de qué te alimentas tú. Por cierto, habrá que coordinarse un poco para Ronda, ya hablamos.
Ximo, un placer leerte por aquí. Ya he leido que en una semanita vas a hacer la Maratoimitja+Ronda. Solo te faltaría la Macrofondo la semana anterior (yo voy, por cierto, aunque ya veremos a qué porque quedan cinco días y estoy medio cojo, pero bueno, Dios proveerá).
Enrique, amigo, estuve a punto de escaparme a Sevilla el jueves, estaba invitado por un buen amigo/cliente al mano a mano Morante-El Cid, con la de Vitorino. Pero al final no pudo ser. Que paseis una Feria cojonuda. Échate un par de rebujitos a nuestra salud.
Gracias, Maca. Si quieres paladear, lo que se dice realmente paladear, te sugiero mejor un arrocito en casa que un tocho de crónica. Cuando quieras, vaya, sabes que siempre serás bien recibido, pero ya has leido que la de junio incluirá charla-coloquio. Tú mismo.
lander, gracias a ti, también serías bien recibido en casa, si te montas una escapadita con tu nano.
Pablo, me alegro de que ta haya gustado el detallito. En cuanto a lo de aprender, bueno, todos aprendemos de todos, supongo. Incluso, en tu caso, como entrenador, aunque pase temporadas sin prestar a tus entrenamientos la atención que debería y te mereces, sabes que me es muy útil, muy válido, muy de agradecer, saber que estás ahí, a mano, acompañándome en el camino. Gracias, un abrazo.
Talin, ¡qué alegría leerte! La verdad es que desde que «me he quitado» del tri (tranquilo, en cuanto pase Ronda me pongo las pilas de nuevo) te visito menos de lo que debería. Espero que todo siga bien por ahí arriba. Da un beso a Zuri de mi parte.
K, el presupuesto, efectivamente, es elevado. En realidad puede que no lleguen a ser los 5.000 que apuntas, porque a París no has de volar, con los 3.150.- te llevan y traen desde Madrid, pero vaya, efectivamente, el material no es barato con la comida -no necesariamente liofilizada, por cierto, yo de esa no llevé nada y no me arrepiento, Dios, qué espectáculo, todos con los sobrecitos esos- te pones cerca de 4.000.- que, evidentemente, son una pasta. Pero también te digo que si hay una carrera en el mundo que por espectacularidad, por montaje, por leyenda, por duración, por supuesta dureza, por aureola, por mítica, por la organización que tiene detrás, por todo, te facilita la gestión de patrocinios, esa es la Marathon des Sables. Cuando yo vuelva te puedo asegurar que no me costará ni un euro ni medio. Tendrás que currartelo un poco, pero con la repercusión mediática que tiene, te aseguro que no tendrás ningún problema en financiarte la participación con un buen programa de patrocinios.
jcrunner, un placer leerte. Al Secretario, efectivamente, quiero escaparme en cuanto pueda con un jeep y la familia para que le conozcan Mar y los nanos. En cuanto a lo de haber recuperado bien, ufff, la verdad es que no. Llevo ya tres semanas peleando con una llaga en el pie izquierdo que no termina de cicatrizar bien y me putea, no me deja casi calzarme. De correr, como en el chiste, ya ni hablamos. Añade a eso tres semanas de fiesta en fiesta y sin correr un metro (vaya, sin correr llevaba ya algunas más antes de Sables) pues te puedes imaginar como estoy de gordo. Che, un desastre. Pero bueno, más se perdió en Cuba y volvieron cantando.
Lo dicho, agradecidos, ilusionados saludos a todos.
Sombrerazo para Sr. Ortiz Pavía.
Nos vemos en Ronda.
Saludos.
Pensaba que había escrito algo pero veo que no así que me lo he vuelto a leer otra vez, debo llevar unas tres o cuatro y aún gustándome todo lo que leo todavía no he sentido la llamada del desierto ;-), quién sabe, lo mismo a la quinta o sexta va la vencida.
Enhorabuena Pepo, sinceramente yo tenía mis dudas por las cosas que contabas en los post previos pero al final siempre acabas sacando el AS que guardas bajo la manga para superar las dificultades, después de esto no podré dudar, tu fuerza mental debe estar hecha del mismo material que la de Nadal, bueno, mejor al revés, lo mismo el Mediterráneo tiene algo que ver.
En fin, que me alegro mucho de que lo hayas conseguido, en el fondo la pasta solo es pasta y se puede ganar/perder pero el placer de poder gastársela en algo así debe ser inmenso.
¿Esta conlleva tatuaje? 😉