Hola, amigos, muy buenas.

Llevo un par de años tratando de evolucionar como navegante, como regatista (o lo que quiera que sea, en realidad más un intruso en ese mundillo, como en casi todos los que frecuento, que otra cosa). En este tiempo, además de navegar con mi pequeño  «Magopepo» he echado algunas millas con el «KSAR», con el «Cuervo», con el «Mareón», con el «Only You», y he hecho algunas regatas a bordo del «Jambo», del «Llevant Blau», del «Cuadernos Rubio», del «Pakea». Y del «ToletumII-Solabogados», ese ilusionante proyecto deportivo que me enorgullezco en patrocinar. Digamos que la idea es ir subiéndome a cuántos más barcos mejor. Conocer gente, diferentes patrones, diversos estilos, ir poco a poco asimilando un poquito de aquí, un poquito de allí.

En ese contexto me di el pasado fin de semana el capricho de hacer mi primera regata «A2», esto es, el patrón y yo mismo como única tripulación. Nunca antes me había atrevido pues, lógicamente, la responsabilidad es mayor. A 2 ya no se trata de sentarte ahí, haciendo banda, y no enredar. Navegando a 2 hay que currar bien, echar horas a la caña, gobernando el barco medio decentemente, cuando no atento a la maniobra y al trimado. Digamos que a 2 o se hacen las cosas bien, o los problemas aparecen antes y las soluciones son bastante más complicadas.

El barco, un precioso IMX38, :

Un barco con sus años, sí, pero rápido, cuidado, muy muy cuidado, con el que se puede andar rápido de verdad. Con alguna Copa del Rey en sus velas, con un montón de regatas disfrutadas, con un palmarés envidiable.

Y gobernado por un gran tipo: Alejandro Pastore. Excelente marinero, toda una vida navegando y, como suele suceder, sin dárselas de nada, al contrario, todo sencillez y ganas de compartir, de enseñar, de hacerte sentir bien a bordo. Basta dar un garbeo con él por los pantalanes del Maritim de Barcelona, o del Nautic de Port D´Aro y ver cómo todo el mundo le saluda, le aprecia, le quiere, para tener claro que estás con una buena persona. Que, al final, oiga Vd., a mi nivel, joder, de eso se trata.

La regata elegida fue una clásica de toda la vida del calendario catalán, la del Port D´Aro. Lo que, ya de entrada me sirvió para darle el jueves noche un repaso a mis más clásicos garitos de Barcelona. Pero bueno, eso se supone que no interesa a nadie.

El viernes subimos el barco desde el Port Vell hasta la Costa Brava. Maravilloso día, soleado, relajado, con las sensaciones típicas de «la víspera de» que, en mi caso, se confundían con las del «día después de la noche de antes». Lo dicho, fantástica navegadita, 60 millas, que sirven para conocer el barco, su maniobra, izamos spi, primero «a la madrileña», lo arriamos, lo volvimos a izar, ahora ya bien, repasamos trasluchadas, viradas, me familiarizo con todo, me aburro de llevar la caña, che, un entrenamiento muy bueno. En compañía de dos amigos, tripulantes habituales del «X»: David, «El Parra», «Davidsparrow» en LTP, un tío tranquilo, amable, colaborador. Y una de las foristas de leyenda del foro de La Taberna del Puerto, «Islademalta», Caroline, a quien tenía especiales ganas de conocer. Encantadora , con algún Atlántico a sus espaldas, con cientos de miles de millas a sus espaldas es, sin embargo, aun mejor persona que navegante. Un lujo, de compañía,  de viernes, de transporte, de magias con un cabo y tres cartas, de cervecitas con la puesta de sol y la Costa Brava regalándonos momentos de esos inolvidables. De todo, un lujo de todo.

El sábado, el gran día, la regata: Salimos mal, buscando viento limpio. Cuando quisimos izar spi y arrumbar a la Llosa de Palamós el ángulo ya no nos daba para pasarla directamente (al resto de la flota sí), nos tocó trasluchar, volver a hacerlo, en fin, una salida digamos que no para echar cohetes. Luego subimos hasta las Medas bien. Razonablemente bien. ¿Muy bien, incluso, para ser la primera vez que íbamos juntos? Toda la subida de empopada, spi arriba, pero con una incomodísima ola en contra, mar de fondo recuerdo de un par de días previos soplando norte. A las Medas llegamos sextos, o séptimos, o por ahí, no sé exactamente, pero vaya, pegándonos con todos nuestros rivales naturales, en el grupo, y, lo más importante, con buenas sensaciones, tras haber subido remontando posiciones, disfrutando, acertando en las decisiones. La vuelta, sin embargo, no podemos decir que fuese igual. Por no hacerlo largo, por no dar el coñazo: ceñida, viento estable en torno a 18-20kn. de aparente. Echamos un rato detrás del «Enigma», se nos va un poco, o tenemos que perder un par de graditos para ir a su velocidad, o si queremos hacer su ángulo, andan más. En ese momento no somos capaces de hacer andar más el barco (ojo, que íbamos por encima de 7,5 nudos, que no estaba nada mal), pensamos lo que pensamos, nos vamos por el bordo de mar, confiando en que habrá más y mejor viento, y el resto, pues eso…..Que no era por ahí, que era por tierra, que cuando nos quisimos dar cuenta nos sacaban media hora, que llegamos de noche a La LLosa, su baliza sin luces, que no encontrábamos la p. baliza ni queriendo, que nos pilló una calma traicionera, que tal y cual, que esto, aquello y lo demás allá. ¡Qué más da! Al final decimoquintos de la general. Felices, contentos, satisfechos, habiendo disfrutado de compartir un maravilloso día de mar y viento.

Que, al menos en mi caso, de eso se trataba.

Me quedo con el placer de haber conocido a Alejandro y de navegar en su mítico «X». Y de no haberlo hecho mal del todo, espero. Y con la sensación  en puerto, en la reunión de patrones, en la cena del viernes, en el desayuno del sábado, de ir siendo cada vez un poco menos ese novato desconocido, cortado, que no sabe ni a quién saludar, para ir conociendo al resto de la flota, cada vez menos extraños,  de saludar a los del «Askarretxe», a varios cofrades de La Taberna que me conocían por el relato de Cabo de Hornos, por fotos y demás, en resumen, de haber disfrutado a placer a lo largo del todo el fin de semana de mi gran pasión: las relaciones humanas.

Agradecidos, ilusionados saludos.

P.C.: Con el «ToletumII-Soloabogados» entrenamos el 25 y 26 de mayo en Castellón, bajo la dirección de Nacho Braqueais. Y nos vemos, D.m., en las regatas: En la Ruta del Canal, Castellón -San Antonio (31.05 al 02.06) y en «La Dragonera», El Balís-Andrtax, (20 al 23.06). Será un placer.