Hola amigos, muy buenas.

Aquí seguimos, en el camino.

Ayer, miercoles, sí hubo natación matinal, playera. Es una gozada inimaginable para quien no lo haya experimentado, meterte en el mar a las siete de la mañana. Está como un plato. El agua a una temperatura agradabilísima. Enfrente, allá, en el lejano horizonte, el sol se asoma timidamente. Tú vas nadando justo por encima de su reflejo. Es como una inmensa calle dorada marcada en el azul. Te adentras un poco, hasta donde cubre, ahí giras a la izquierda y ya nadas relajado, sin pensar en nada, paralelo a la playa. Cuando decides que ya vale, te sales con una sensación de bienestar, de haber empezado el día como Dios manda que te dura horas. Ayer no sé cuanto rato nadé, no llevaba reloj. A ojo, calculo que no menos de quince minutos. Bien, muy bien.

Al medío día no hice yoga.

Por la tarde tenía series, un dosmil y tres miles a los ritmos establecidos por el mister. Sólo me salté un mil, el resto bien. Hice 18´de calentamiento, a 135 ppm. Luego 4´de recuperación del calentamiento, y, a) el dosmil: 5´10´´+5´35´´, el primer mil sobre 157ppm, el segundo sobre 159-160. De media 160, finales 161. Recupero 2´, las pulsaciones bajan a 112. Muy bien. b) el primer mil: 5´04, sobre 167ppm, la media sale en 163, termino con 170. Recupero de nuevo 2´, las pulsaciones bajan a 118. c) el segundo y último mil lo hago a saco, a todo lo que puedo. Sobre 178-179ppm, terminando en 184. 4´40´´, corazón, pulmones, todo a punto de estallar. Recupero tres minutillos, hasta 120ppm. y ya regreso al club paseando, relajado, sin ganas -ni tiempo- de trotar los diez minutillos del final.

Campeonato de truc hasta las dos de la mañana, whiskies, más o menos los de siempre. Menos mal que el próximo lunes ya termina.

Hoy, jueves, me he vuelto a levantar con el tiempo justo, cansado, no he bajado a nadar. Mal, muy mal. Mañanita de mucho stress, incluyendo un juicio bien complicado, líos varios hasta casi las tres. A las tres me he metido la bici en el coche y me he ido a «El Bosque». Desde allí he salido con Paz, para un precioso entrenamiento de dos horitas cortas, una hora cuarentaymuchos habrá sido al final, no daba el tiempo para más. Eso sí, todo el rato subiendo y bajando, con cuestas para aburrir. El Bosque-Godelleta-Bunyol y regreso. Con mucho calor. La principal conclusión es que los entrenos con Paz, que  a partir de ahora van a ser más o menos habituales, lejos de ser para contarle chorradas de motivación, como creíamos, van a servir para que sea ella la que me cuente historias a mi. ¡Cómo va de bien la amiga en bici!. Y lloraba, el otro día. Sube las cuestas que se las pela, está que se sale. Va a hacer un IM de narices. Y quejándose, y yo, que en cada cuesta me quedaba doscientos o trescientos metros descolgado, se suponía que era el que tenía que motivarle a ella. Ya.

En fin, un buen entrenamiento. El domingo haremos juntos el de 5h. + transición de 40´de carrera. El plan es hacer muy temprano Valencia-Gandía-Valencia (unos 120, largos), con reglamentaria parada para la horchata en la heladería de la playa de Gandía. Me preguntaba hoy Paz si eso, lo de pararse a mitad, a tomar una horchata, «se puede». Se ve que a su entrenador no cree ella que le parezca muy bien. Yo me he tomado la libertad -perdona, Pablo- de imaginar que el mío no me iba a poner grandes pegas. Quisiera pensar que a estas alturas se la refanfinfla lo que yo me tome a mitad de un entreno. Un abrazo, Pablo, gracias por todo, como siempre. Luego correremos los 40´por la playa y terminaremos con un bañito en el mar. De ahí, ella a su casa, a descansar y yo, cómo no, a la enésima comunión.

Pero bueno, antes queda la natación de mañana, que quisiera hacer doble sesión -playa matinal y algo de técnica en piscina al medio día, previa a una importante comida con Josepepe y amigos varios en Restaurente De Valencia. Y el entreno del sábado, 2h. carrera+2h. bici.

Ya os los contaré.

Ilusionados saludos.