Hola amigos, muy buenas.

Se os saluda a todos con alegría, buen humor, los ánimos a tope y la moral por las nubes.

Hoy, miercoles, tocaba carrera a pie, 60´ incluyendo seis cambios de 400m. sin pasar de 165ppm, recuperando 1´.

Pero, aprovechando este pico de moral, este momento psicológico dulce por el que estoy pasando, he hecho:

34´de natación en el mar de buena mañana. Relajantes, estimulantes, de lujo.

La carrera a pie del medio día, en compañía de Paz. Hemos salido desde Correcaminos, con la sana intención de hacer exactamente lo planificado. Al final, como suele pasar, ha salido algo más o menos parecido, pero no exacto. Por nuestra cuenta y riesgo, cuando nos hemos querido dar cuenta estábamos subiendo la cuesta de la Colina Mirador. Como ha coincidido que hemos tardado dos minutos, y que las pulsaciones arriba eran de exactamente las 165 indicadas para los cambios, «me he contado la cuesta como uno de los 400 a realizar», mira tú por donde, ya llevamos uno. Y, claro, ya puestos, hemos vuelto a subirla, mismo tiempo, mismas pulsaciones, sin haber hecho todavía ninguno ya van dos. Así sí que cunden. A continuación unas gradas, también de capricho, sin saber muy bien por qué. Estas, para compensar, no las contamos como un 400. Vamos regresado hacia el club, a por los 4×400 que nos quedan. Donde empiezan las marcas del rio empezamos el primero. Juntos, a un ritmillo aparentemente lógico (1´51´´, o similar, lo pongo de memoria), con pulsaciones medias de 167 (casi bien) y finales de 172. Bueno, no son las previstas, pero casi. Recuperamos un minuto, bien. Empezamos el segundo. Yo voy igual que antes, pero Paz se empieza a escapar, para seguir su ritmo tendría que esforzarme más de la cuenta, le dejo ir. Yo termino el 400 en idéntico tiempo e idénticas pulsaciones que el primero, clavadito, bien, sin problemas. Otro minutillo que se pasa volando y a por el tercero. Yo igual, a mi ritmo, ella a saco, pese a que yo vuelvo a clavar tiempo y pulsaciones, ella me saca una distancia muy respetable. Y eso que no hace más que decir que no va cara al aire, que todo son dudas, que no ha entrenado bastante, esto, lo otro y lo de más allá. Impresionante lo fuerte que está la colega. ¡ Y quejándose! Ya os conté que con la bici me deja tirado como y cuando quiere. Pués corriendo más. En fin, y se suponía que se apuntó a entrenar conmigo para que le motivase, que no me entre a mi la depresión y ya haremos bastante…Llegamos al último. Este, no sé porqué, lo voy a correr un poco más en serio, a mi ego podría no venirle bien del todo llegar cien metros detrás en un cuatrocientos. Y, al paso que vamos en los anteriores, o espabilo o me los saca. Corro todo lo fuerte que puedo, a todo lo que doy, al límite de los límites. La llevo ahí, pegadita, oyendo sus pisadas detrás hasta casi el final, donde ya echo el resto del todo y me voy un par de metros. 1´33´´. 190ppm al llegar. Creo que nunca en mi vida había visto yo el 190. Trotecillo suave hasta el club para completar la hora de entreno.

Masaje/siesta con MIguel Bañón. Me he quedado frito. Son cosas que pasan.

Por la tarde, al llegar a casa, nueva sesión de carrera a pie, esta vez para acompañar a mi niña Macarena en su primer entrenamiento en serio para la Pujada al Castell de este año. Había dudado en algún momento si este año volvería a meterme en el fandango que supone organizar tan magno evento. Esta mañana Maca me ha quitado, de golpe, cualquier duda. Me ha dicho que quiere correr «la de los mayores». Pués nada, cariño, no hay más que hablar. La correremos juntos. Total, que esta tarde ha empezado sus entrenamientos. 45´alternando al 50% andar rápido con correr, más bien trotar, muy muy despacito.  Calculo que habremos hecho entre cuatro y cinco kilómetros, casa-playa-orilla-fuente barca-paseo marítimo-casa. Una pasada, ya os podeis imaginar, si puede uno correr más chulo y orgulloso que acompañado de semejante princesa. De momento saldremos un par de días o tres a la semana, siempre el mismo recorrido, a intentar que vaya cogiendo fondo, adaptándose, andando cada vez menos y trotando cada vez un poquito más suelta.

Resumiendo, que aunque lo de Macarena, el masaje y la natación matinal los apunte en la libreta de entrenos en la casilla «varios», cajón de sastre de todo lo que no cuenta oficialmente, en el fondo lo de hoy no deja de ser un triplete en toda regla.

Ilusionados saludos.