Hola amigos, muy buenas.

 Ayer lunes no pudo ser. Sali ya muy tarde de una p.reunión, llovía a cántaros, estaba la conferencia de Pavel en el CIVAC ( a esa sí fui), total, que al final ayer no pudo ser.

 Hoy sí, hoy ya sí, hoy, por fin, he encontrado los ánimos, la motivación, las ganas para ponerme definitivamente en el camino. Hoy sí, hoy ya sí que sí, todo ha comenzado de nuevo. Después de tres meses haciendo el golfo a base de bien, pero no os podeis imaginar cómo y cuánto, rematados por dos semanas de impresionante sprint final -seis visitas, seis, al Enópata Arzobispo (qué menos, si te gusta de verdad y sabes que vas a estar una temporadita castigado), gracias por todo, Juan, Rebeca, dicho sea de paso, que sé que de vez en cuando os pasais por aquí + Casa Julio, de Fontanares + La Cantinella + Rest. Oleo, en las Atarazanas + Casa Guillermo + Federico, de Gandía + tres cenas espectaculares, tres en Mas de Montserrat, a cual más golfa + visita a las Bodegas de Heretat de Taberners, en Fontanares, interesantísima, por cierto + alguna que me dejaré, seguro, todo ello, como digo en dos semanas, definitivamente he tocado fondo.

97,2 kg., completamente anquilosado, asmático perdido, sin fondo, sin fuerza, sin flexibilidad, rígido, pesado, gordo. Acabado, para entendernos. No empiezo de cero, ya me gustaría, ya. Empiezo de «menos bastante».

 Pero no pasa nada. En el fondo, mejor. Un perdido no va a menos. De mi estado actual sólo cabe mejorar, y mucho. Ya lo he hecho otras veces. Puedo hacerlo, sé cómo se hace. Y lo voy a hacer. Lo estoy haciendo ya, de hecho.

Hoy me he puesto, por enésima vez, en el camino. He vuelto a dar el primer paso, el de la ilusión, el del deseo, el de los sueños. Me he ido a yoga, al medio día. Ahí me he empezado a dar cuenta de lo mal que estoy. O, dicho en positivo, del impresionante margen de mejora que tengo, de lo bien que me puedo poner. Porque…¡vaya tela! Entumecido, con las articulaciones rígidas, bloqueadas, sin poder hacer ni las asanas más sencillitas, en fin, poco a poco, ya llegarán los días de disfrutar a tope, es sólo cuestión de tiempo.

Luego, por la tarde, me he pasado por Correcaminos y me he bajado a correr un rato al río. Han sido 36´, de ellos 2´andando, para recuperar, cuando llevaba la mitad. Al principio con dolores por todas partes, se ve que del yoga ya estaba tocadito. Luego, ya hacia el final, me he medio encontrado un pelín mejor. De la ducha ya he salido con agujetas, veremos mañana si me puedo mover. Pero, al menos, me duelan las piernas o me dejen de doler, sé seguro que me levantaré con otro ánimo, con la renovada ilusión de saberme de nuevo haciendo lo que me gusta, lo que quiero, lo que, en estos momentos, deseo con toda mi alma. Feliz, en definitiva.

 Para estos próximos días, de momento, no tengo plan de entrenamiento. Quedé con Pablo que ya le diría cuándo empezaba la cosa en serio. Pués nada, jefe, aquí me tienes, a tus órdenes. El problema es que este fin de semana son los Árboles y Castillos, preciosa carrera por etapas, por equipos, por relevos, que me va a absorver mucho tiempo colaborando con la organización. Si acaso, y veremos, podré trotar un rato el domingo por la tarde, cuando todo termine. O, alternativamente, según me encuentre, dar un paseo por la playa.

Yo, a falta de ver que dice la superioridad, me imagino lo que queda de semana más o menos, así:

miercoles: Preparación Física.

jueves: yoga+ carrera a pie (30´) .

viernes: natación (1.000m.) + judo.

sábado: descanso.

domingo: trotar 45´o caminar 1h.30´por la playa, intercalando arenas blandas.

Ya os contaré en qué queda, finalmente, el tema.

 Ilusionados saludos.