Hola, amigos, muy buenas.

Dos meses. Vamos a ver si somos capaces de ordenar las alborotadas neuronas, de centrarnos, de concentrarnos, de retomar los buenos propósitos con que arranqué el quincuagésimo año y nos ponemos las pilas de una p.vez. Vamos a ver si somos capaces de portarnos bien durante esas nueve semanas, de no abusar en comidas, cenas y saraos y de entrenar con una mínima constancia que hay que ver lo que me está costando esta vez. A ver si hasta el 7 de junio -que, me pillará en Formentera, si Dios quiere, en plena regata Calpe-Formentera-Calpe- pierdo unos cuantos kilos, me pongo en forma y vuelvo a creer en el proyecto. Que falta me hace. Y retomo el Streak Running, el judo, el yoga, cojo la bici dos ratos, sigo toreando cuando se pueda, empiezo a nadar, en definitiva, a ver si me cuido en serio, que ya va siendo hora.

Ayer salimos a entrenar con el Toletum II-Soloabogados, echamos un día en el mar de escándalo. Con José Luis, el patrón, su novia, Mariola y Txema, disfruté de un día de ensueño. La foto es de hace mes y medio, de las pasadas 200 millas, está chula, os la dejo, para los que no conocéis el barco:

Toletum-SOLOABOGADOS

 

 

Dos meses en los que haremos la Ruta de la Sal y la Calpe-Formentera-Calpe. Con sus correspondientes traslados. Además de sacar el Magopepo a varadero del 22 al 27 de mayo, para pintarlo, repasarlo, hacerle dos tonterías y dejarlo como nuevo por si ha de correr alguna regatita de club este verano.

Dos meses, ya digo, no parece que sean mucho tiempo y, sin embargo, bien aprovechados, pueden regalarte cuatro ratos inolvidables, de esos que justifican una vida. Dos meses, me gusta esa unidad de medida. Si echase la vista atrás, que no suelo, me encontraría con dos meses atípicos, ajetreados, con  conflictos entre cabeza, corazón, obligaciones, tentaciones y caminos. Medio abandonados los entrenamientos, las buenas costumbres, la espartana disciplina -si es que alguna vez existió- en favor de fallas, viajes, fiestas, amistades de las de verdad, comidas y cenas. Es lo que hay. Que nos quiten lo bailao. Ahora toca mirar adelante, definir qué queremos, qué no queremos, qué deseamos, qué no, para el resto del año, para lo que queda de proyecto Q. Y para ese futuro que un buen día se presentó sin avisar. Es el  momento de comprometernos en serio, de verdad, con esas buenas intenciones, apasionadamente, tanto cuanto la situación exija.

Dos meses. Me encantará compartirlos contigo, que sigas entrando por este abandonado sitio de la I´net de vez en cuando y sepas que sigo ahí, como siempre, cayendo, levantándome, paso a paso tratando de disfrutar el camino de la vida. Con más ganas que nunca de ensancharla, ya que alargarla no se puede.

Ilusionados saludos.