Hola amigos, muy buenas.

 Con gran dolor de mi corazón, y tras varios días, semanas, ¿meses? de autopresionarme mentalmente, de conflicto conmigo mismo, de lucha entre la fantasía, lo que a uno le gustaría, los sueños, y la cruda realidad, mi cruda, amarga, despiadada realidad, hoy, por fin, me he liberado. Definitivamente, NO VOY A RONDA. Lo que no puede ser no puede ser y, además, es imposible.

 La lista de problemas es larga. Unos más importantes, otros menos, unos de trabajo, otros familiares, otros económicos, pero vaya, al final todos vienen condicionados por la cabeza, que cuando no lo ve claro no lo ve claro. Y punto. Y todos se solucionan, de una, simplemente dejándo Ronda estar.

 A este tipo de carreras se va a recoger el premio al esfuerzo, al entrenamiento, a la ilusión, al esfuerzo de meses. No se va a hacer el imbecil, con perdón. Si uno no ha corrido un metro en meses, como es mi caso, donde menos pinta es en una carrera de 101.

¿Qué andando, despacito, tirando de coco, sufriendo como un perro, en 23 horas y pico, igual, quizá, la terminaría? Sí, claro, supongo que sí. Pero no se trata de eso. No quiero empezarla así. No me apetece hacerme la foto, con los cientos de amigos que vais a estar por allí, todo gordo (95kg. no son un peso lógico para una historia de estas), desmotivado antes de empezar, jodido, con los remordimientos de ver a todos con los deberes hechos, más o menos, cada uno los suyos, pero hechos, y yo allí, fuera de sitio, más que nunca un intruso, esta vez de verdad un intruso. No.

Bien sabe Dios que si por algo lo siento es por el montón de buenos amigos que os vais a dar cita allí, que sois todos gente de puta madre a la que adoro, una banda de lujo, y me duele en el alma no veros, me sabe fatal por todos y cada uno, no quiero personalizar, pero vaya, ya sabeis a quién me refiero. Mucha muy buena gente. Que, en el fondo, espero, también se alegrará, no de que yo no vaya, supongo que no de eso, pero sí de que cuando nos veamos en otra de estas sea porque me apetezca de verdad, porque esté feliz, a gusto, disfrutando, contento y no por absurdos compromisos y prejuicios sociales.

Dios me regaló hace unas semanas la medallita de finisher en Sables, claramente regalada, desde luego no por mis merecimientos, no por la preparación, no por los entrenos ni la constancia. Pero no tentemos a la suerte, no tiene ningún sentido. Otra vez será.

Ni que decir tiene que os deseo a todos todo lo mejor, que disfruteis de todos y cada uno de los 101, que seais tan felices como os mereceis y que se cumplan todas vuestros sueños.

En cuanto a mi, de momento, me voy a tomar una temporadita sabática, total, puestos a no entrenar, que sea «oficial». Trataré de ir recuperando poco a poco el espíritu de 2001, cuando todo era nuevo, cuando todo era ilusionante, cuando empecé en esto. Entre tanto iremos haciendo algo de deporte-salud, cuando me apetezca andar, trotar, pasear, montar algún rato en bici, jugar algún partidillo de tenis, ir al gimnasio con Pepe algún rato (por cierto, el nano es Campeón del Trofeo Mar Menor de Judo -01.05- y tercer clasificado en el Campeonato Autonómico el domingo pasado), che, lo que me vaya apeteciendo en cada momento. Y si en algún momento me veo con fuerzas para cumplirlo a rajatabla, entonces, solo entonces, ponerme de verdad definitivamente a régimen.

Por terminar, gracias a todos por los ánimos, por el apoyo, por estar ahí. Las cervezas del viernes por la tarde en la Alameda del Tajo, probablemente las mejores del mundo, no os las he perdonado. Simplemente quedan pospuestas para mejor ocasión. Lo dicho, que disfruteis todo lo que os toque y, si cabe, un poquito por mi.

Melancólicos saludos.

P.C. Mañana por la mañana anularé la reserva de tres habitaciones dobles, en el Hotel El Tajo (3*) en el centro de Ronda (C/ La Bola), a razón de 70.-€/noche cada una. Si a alguien le pueden venir bien que, por favor, lo indique cuanto antes por mail (jlortiz@soloabogados.es) o al móvil 653.86.14.85