Hola, amigos, muy buenas.

Mi buen amigo Eduardo Laguna tuvo el detallazo (gracias le sean dadas de nuevo, Don Florentino) de obsequiarme el pasado sábado con dos entradas para el espectáculo «Artesano» en el Palau de Congresos, enmarcado en la última gira de Miguel  Poveda. Mi apresurado resumen (¿porqué siempre mis resúmenes han de ser apresurados?, joder):

Sí, pero no. O, mejor dicho, sí, pero no del todo, no de puerta grande. Canta extraordinariamente bien, claro.  Técnica tiene toda la del mundo y más. Tiene más técnica que voz, más arte que voz, más pellizco que voz. Ya digo, técnica, arte, pellizco, de derroche total. EMHO: si a) no abriese la boca para hablar en todo el concierto (cada vez que habla, la caga, pero bien, con perdón), b) mandase a la bailarora que le acompaña a casa, jubilada, la señora no está, ni de lejos, ni de coña, a su altura, c) acortase el espectáculo al menos en una hora, muy especialmente la interminable, forzada, eterna, reiteración de bulería final, supuestos bises improvisados y demás y, sobre todo,  d) no hiciese tonterías del tipo (d.1.)dedicarse una y otra y otra vez a bailar, que sabe más o menos como yo, (d.2) cantar a capela, sin micro, en un Palau de Congresos, como si estuviese en La Venta Vargas, evidenciando que no es Pavarotti y, claro, dejando a los del fondo a dos velas, en ese caso, digo, podría pasar el abuso de coplas “de toda la vida”, podría pasar el apoyarse más de la cuenta en el cariño que todos le tenemos a Camarón y a Lole y Manuel para “homenajearles”. Dicho todo lo cual, es de ley reconocerle que tuvo algunos momentos antológicos, de auténtica locura. Especialmente un Cante de las Minas, homenajeando a su maestro, una bulería de León y Quiroga “La Ruiseñora” y un tango, “Volver” completamente improvisado, ese sí, ya al final, dedicado a un matrimonio porteño de la primera fila. El problema es, me temo, que tiene alma de vividor, que es como esos toreros que descubren que se cortan orejas sin necesidad de cruzar la línea roja haciendo otras “cositas” y, aunque torean como los ángeles, al final terminan dedicándose más a las “cositas” que al toreo. Lo que, por cierto, suele ser muchas veces más culpa del propio público que de ellos mismos. Ayer, sin ir más lejos, cuando puso a la gente en pie fue con los bailoteos –algunos de insultante chabacanería-, la fiestecita y demás. Pero bueno, veremos, habrá que seguirle y ver cómo evoluciona.

Y, ya que estamos, aprovecho y sigo resumiendo con prisas, ahora la semana, llamémosle atlético-deportiva (ja, ja): Por decirlo técnicamente, ha sido una puta mierda, con perdón. No quiero buscar excusas (lluvias, viajes, estrés, trabajo, líos, etc….) no es verdad. Simplemente, no he estado, no he estado a la altura, no he sido capaz. Las neuronas llevaban varias semanas “en el límite” y, al final, han dicho basta. Probablemente, en el peor momento. O, quizá, precisamente por eso, por que son listas y saben cuándo es el peor momento. ¿Quién sabe? En todo caso, no vamos a amargarnos la vida, no a estas alturas por cuatro entrenamientos que no volverán.

En números:

Lunes a miércoles, nada, descanso, chufa.

La natación del jueves, con Vanessa,  1.250 metros variaditos. Bien.

Viernes, más chufa.

Sábado, carrera a pie, 35´por el Saler, con el perro, de risa (7 x 4´/1´).

Hoy, carrera a pie, 50´ (29´/1¨ + 9´/1´+ 4´/1´+ 4´/1´).

Y nada más. Es lo que hay.

Pasamos página.

Esta semana, nos guste o no,  entiendo que ha de ser suave, pero vaya, no por nada, por lo del domingo. Cualquier otro planteamiento sería una idiotez. Mi idea es hacer el martes una salida por la montaña, con los amigos, en La Font de la Figuera, cuna del «MALAVIDA». Sendear tranquilos Capurutxo amunt, almorzar en la cumbre y bajar al trotecillo,  sin forzar lo más mínimo. Nadar miércoles y hacerme un buen masaje. Trotar media horita corta el jueves.

Y cruzar los dedos, tocar madera y correr la maratón el domingo. Descansado, ilusionado, con ganas. Por Alicia, a ver si tengo cojones de acabarla y regalarle una foto chula entrando en meta. una de esas de «Donde hay un deseo, hay un camino».

JUNTOS PODEMOS.

Ilusionados saludos.

P.C. Mirad a ver -los taurinos, ya se entiende- si os gustan los carteles de las dos que voy a ver en Lima (Perú) dentro de dos y tres semanas:

Domingo 25 de Noviembre. Toros de San Sebastián de Las Palmas (Colombia) para David Fandila “El Fandi” (España), Miguel Ángel Perera (España) y Alejandro Talavante (España).

Domingo 2 de Diciembre. Toros de Roberto Puga (Perú) para Enrique Ponce (España), Julián Lopez “El Juli” (España) y José María Manzanares (España).

P.C. II: Para terminar, un vídeo que he encontrado por ahí, por la I´net, que enfoca la puta crisis con alegría, optimismo, energía positiva, mirándola de frente. Que ya está bien de cenizos, amargados, pesimistas, agoreros y demás gentola: http://www.youtube.com/watch?v=XUFMxmIoFRc&feature=youtu.be